Conducir ebrio, en dirección contraria, con el coche destrozado y sacando la cabeza por la ventana en el Alt Empordà

28 de septiembre de 2022 a las 13:37h

Los Mossos d'Esquadra han detenido en Vilamalla (Alt Empordà) a un conductor que cometió un rosario de infracciones al volante. Circulaba ebrio, yendo en dirección contraria y con el coche destrozado. De hecho, el hombre llevaba el capó apoyado sobre el cristal delantero y, como no tenía ningún tipo de visión, circulaba sacando la cabeza por la ventana. Cuando le hicieron la prueba de alcoholemia, dio una tasa penal de 0,78 mg/l.

La detención tuvo lugar este sábado. Y no fue la única. Porque ese mismo día, los mossos también arrestaron a un motorista y a un camionero en el Alt Empordà que iban ebrios. El primero tuvo un accidente en la N-II en la Jonquera; y el segundo sufrió una avería y se detuvo con el camión en el carril central de la AP-7.

Según informan los mossos, las tres detenciones en el Alt Empordà tuvieron lugar el mismo día. En concreto, este sábado pasado, 24 de septiembre. Los infractores son tres hombres de entre 29 y 43 años, a quienes se acusa de diferentes delitos contra la seguridad vial.

El caso más insólito ocurrió a las diez de la noche. Los agentes estaban asistiendo a un coche que, a consecuencia de la lluvia, había sufrido una salida de vía en la N-IIa a su paso por Vilamalla. Fue entonces cuando vieron un coche que circulaba en dirección contraria de manera temeraria y que estaba completamente destrozado. Tenía todo el morro dañado, la matrícula y una de las ópticas le colgaban y llevaba el capó levantado y apoyado sobre el cristal delantero.

Como el conductor no veía, circulaba sacando la cabeza por la ventana. Para más inri, cuando los agentes le hicieron señales para que se detuviera, el infractor intentó escaparse. Cuando los mossos le hicieron la prueba de alcoholemia, el resultado no dejó ninguna duda: marcó una tasa de 0,78 mg/l. Por eso, los agentes lo detuvieron por conducción temeraria y por circular ebrio.

Esta, sin embargo, no fue la única detención de aquel día en la comarca. Porque a lo largo del sábado, los agentes atraparon a dos conductores más que iban ebrios. El primero fue un motorista, que a las diez de la mañana sufrió una salida de vía cuando circulaba por la N-II en la Jonquera.

Cuando los agentes llegaron al lugar, vieron que el herido presentaba síntomas evidentes de encontrarse bajo los efectos del alcohol. Además, se negó a hacerse la prueba y también acabó confesando que nunca se había sacado el permiso. Por eso, también acabó esposado.

En medio de la autopista

Y dos horas después, a las doce del mediodía, una patrulla de Tráfico que estaba de servicio y se dirigía a una incidencia se encontró con un camión remolque detenido en medio de la AP-7. Lo encontraron en el kilómetro 15 de la autopista, a la altura de Biure. El camión ocupaba todo el carril central.

Los agentes vieron que el camión había sufrido una avería, pero que eso no impedía que el transportista lo hubiera podido mover hasta el carril derecho de la AP-7 y apartarlo. Cuando hablaron con el camionero, sin embargo, enseguida vieron que iba ebrio. En la primera lectura, marcó una tasa de 1,94 mg/l y, además, intentó evitar que lo hicieran soplar por segunda vez. Por eso, los mossos lo detuvieron y el camión, después de que una grúa se lo llevara, quedó inmovilizado en el depósito.

Los tres conductores pasaron entre sábado y domingo a disposición del juzgado de instrucción en funciones de guardia de Figueres. Después de tomarles declaración, quedaron en libertad provisional.

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Jordi Barroso
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