Este miércoles por la noche, el barrio de Santa Eugenia de Girona se ha convertido en el escenario de una protesta vecinal que ha reunido a cerca de 200 personas —unas 150 según la Policía Municipal—. Convocada por la plataforma Recuperem Girona, la manifestación ha reclamado una ciudad “limpia, verde y digna”, poniendo el foco en tres cuestiones clave: la gestión de los residuos, la conservación de las zonas verdes y la oposición frontal a la destrucción parcial del parque Jordi Vilamitjana por el proyecto del nuevo hospital Trueta.
Una marcha simbólica desde Can Ninetes hasta el Pont del Dimoni
Los manifestantes han iniciado la marcha en la plaza de delante del centro cívico Can Ninetes, punto neurálgico del barrio, y han recorrido la avenida Santa Eugenia y la bisagra del Güell hasta llegar a la rotonda situada sobre la plataforma del Pont del Dimoni, donde se han leído los manifiestos finales.
Durante todo el recorrido, vecinos y activistas han exhibido pancartas con mensajes contundentes como “Girona no enamora, la basura nos devora”, “Lluc espabila” o “Fuera tarjetas, Europa no las exige”. También se han escuchado consignas como “¡Alcalde y concejales, a los contenedores!” o “El parque no se toca, el parque se defiende”.
Según la plataforma, el objetivo es denunciar una “degradación generalizada” del espacio público. La protesta, además, ha querido visibilizar el descontento con el uso obligatorio de tarjetas para abrir los contenedores inteligentes, así como el rechazo a la afectación urbanística que tendrá el nuevo Campus de Salud sobre el parque Jordi Vilamitjana, un espacio de casi 27.000 metros cuadrados con unos 400 árboles.
Las voces de la protesta: críticas y propuestas
El portavoz de Girona Neta i Digna, Jordi Tomàs, ha sido uno de los protagonistas destacados de la movilización. “Girona está sucia; hoy nos concentramos para presionar y que el ayuntamiento se ponga las pilas”, ha afirmado. Su iniciativa, nacida junto con dos vecinos más, ya ha recogido más de 7.000 firmas para reclamar una revisión profunda del sistema de recogida de residuos.
Entre sus demandas concretas, se encuentra la creación de un grupo consultivo con participación ciudadana, que pueda hacer seguimiento del estado de los espacios públicos. Tomàs también ha anunciado que este viernes se reunirá con el alcalde Lluc Salellas para trasladarle personalmente estas inquietudes.
Respecto a los contenedores inteligentes, ha sido tajante: “Será un impedimento”, ha dicho, refiriéndose a la posibilidad de que las personas olviden la tarjeta y acaben dejando la basura fuera del contenedor. Según él, esta medida no solo no mejorará la recogida, sino que podría agravar el problema de la suciedad.
Por su parte, Anna Ballestero, portavoz de El Parc No Es Toca, ha reiterado que salvar los árboles del parque y construir el nuevo hospital “es compatible”. Ha instado al Ayuntamiento a buscar alternativas urbanísticas para preservar este pulmón verde del barrio de Santa Eugenia.
Apoyo político y movilización transversal
A la manifestación también han asistido concejales del PSC (Bea Esporrin, Maxi Fuentes y Josep Palouzie), así como Marc Puigtió, ganador de las primarias de ERC e impulsor de Moviment Gironí. Su presencia demuestra que la protesta ha traspasado las fronteras estrictamente vecinales y ha llegado a la arena política.
Los organizadores han remarcado que no es casual haber elegido Santa Eugenia como escenario de la movilización: es el barrio más poblado de Girona y el lugar donde se encuentra el parque amenazado. La plataforma no descarta extender las protestas a otras zonas de la ciudad si no se da respuesta a sus demandas.
Una Girona “triste e impotente”
Una vez terminado el recorrido, se han leído dos manifiestos desde la plataforma del Pont del Dimoni. El primero, centrado en la limpieza y el mantenimiento urbano, ha sido leído por Jordi Tomàs. Con una pancarta negra delante, ha asegurado que simboliza “la tristeza y la impotencia” ante unas calles “llenas de suciedad, contenedores desbordados o zonas verdes abandonadas”. Y ha denunciado que “una ciudad que era orgullo de todos, hoy nos muestra la cara del abandono y la indiferencia”.
El manifiesto ha reiterado que la ciudadanía ha dicho “basta”: “Basta a ver cómo nuestros barrios se degradan. Basta a convivir con la suciedad como si fuera normal. Basta a sentir que la ciudad nos da la espalda”. A pesar del tono crítico, también se ha lanzado un mensaje de esperanza: “Hoy con esta pancarta negra lloramos el abandono de la ciudad; pero también encendemos una chispa de esperanza, porque detrás del negro está la luz de la fuerza ciudadana y de una Girona que se niega a hundirse”.
"Ni un metro menos de parque. Ni una excusa más"
El segundo manifiesto, centrado en la defensa del parque Jordi Vilamitjana, ha cargado duramente contra el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Girona. Lo ha leído Alberto Fernández, portavoz de El Parc No Es Toca, que ha criticado los cambios de discurso del ejecutivo local sobre el proyecto urbanístico del nuevo Trueta. El texto denuncia que se ha pasado de decir que el parque se “trasladaba” a reconocer que no hay “dinero para las expropiaciones”.
“Cuando hay voluntad política, las soluciones aparecen; cuando no la hay, brotan las excusas”, ha afirmado el manifiesto, en clara referencia a Guanyem, Junts y ERC. También se ha reivindicado que hay “vías, acuerdos y recursos” para compatibilizar el nuevo Campus de Salud con la conservación del parque. Y una advertencia clara: “Ni un metro menos de parque. Ni una excusa más. Si tocan un árbol, nos encontrarán organizadas; si intentan dividirnos, nos tendrán unidas”.
Próximas acciones
Recuperem Girona no ha cerrado la puerta a nuevas movilizaciones. Según han indicado sus portavoces, la ciudadanía está “activada” y “cansada de ver cómo la ciudad empeora sin reacción institucional”. Si no hay cambios concretos y visibles en la limpieza, la gestión de residuos y la preservación de las zonas verdes, se estudiará extender las protestas a otros barrios de Girona.
Mientras tanto, las más de 7.000 firmas recogidas y la reunión prevista con el alcalde este viernes marcarán los próximos pasos de una plataforma que afirma no querer dejar de plantar cara.