Blanes recupera una fiesta tradicional en el 13º Proyecto Rossinyol

28 de mayo de 2022 a las 12:02h

Poco a poco, las limitaciones que necesariamente suponía la organización de eventos por las medidas de seguridad de la pandemia, están quedando cada vez más atrás, y esto ha supuesto la recuperación de diversas actividades. Algunas de ellas son novedad, pero otras ya ocupaban un lugar fijo en las agendas de muchos colectivos. Este último caso es el que tiene que ver con la fiesta que se pudo volver a hacer ayer presencialmente: la Fiesta de Clausura del Proyecto Rossinyol. De hecho, la presentación del proyecto –que tuvo lugar el pasado mes de noviembre- ya se pudo volver a hacer con toda normalidad, pudiendo poner en marcha la experiencia con la necesaria presencia que siempre contribuye a que todo fluya de manera más natural. Este pasado viernes la fiesta se hizo en la Escuela Pinya de Rosa, después de que las cuatro anteriores ocasiones se acogió a los centros de Mossèn Joan Batlle, Carles Faust, Joaquim Ruyra y La Plantera. Los protagonistas de la fiesta, como no podía ser de otra manera, fueron los chicos y chicas que han participado formando sendas parejas en el Proyecto Rossinyol. Lo hicieron acompañados por los directores, jefes de estudios o coordinadores de los respectivos centros educativos, así como de amigos y familiares. El acto lo encabezó el alcalde de Blanes, Àngel Canosa, acompañado de la concejala de Acción Social, Marian Anguita. Ambos se encargaron de dar la bienvenida, y elogiando tanto la generosidad de los mentores como el esfuerzo dedicado por los mentorados en una iniciativa que en cada nueva edición siempre ha sido muy bien valorada por todos. Finalmente, ambos también se encargaron de entregar los diplomas acreditativos a todos y todas las alumnas. 13º Proyecto Rossinyol en Blanes con 26 alumnos Este curso 2021-2022 el proyecto ya ha llegado a la 13ª edición, y ha contado con la participación de 26 chicos y chicas divididos en 13 parejas. Los mentorados tienen entre 8 y 13 años de edad, y estudian en 7 centros educativos blanenses de enseñanza pública primaria y secundaria. Son la Escuela Napoleó Soliva, la Escuela Carles Faust, la Escuela Quatre Vents, la Escuela Pinya de Rosa, la Escuela Mossèn Joan Batlle, la Escuela Joaquim Ruyra y el Instituto Serrallarga. Las familias de los escolares de Blanes provienen de diferentes países africanos, sudamericanos y europeos: Honduras, Argentina, Gambia, Siria, Senegal, Marruecos, Colombia, Rumanía y Rusia. Por su parte, los mentores y mentoras viven mayoritariamente en Blanes, y estudian diversas carreras en la Universidad de Girona: Educación Infantil, Enfermería, Trabajo Social, Ingeniería Agroalimentaria, Derecho ADE/Economía y Psicología. Una experiencia muy bien valorada por todos El Proyecto Rossinyol se puso en marcha por primera vez en Blanes coincidiendo con el curso 2009-2010 y, desde entonces, la valoración que han hecho sus participantes siempre ha sido muy positiva. Se basa en la interrelación que se establece entre mentores (estudiantes universitarios voluntarios) y mentorados (alumnos de origen extranjero), como base para el mutuo aprendizaje. Su objetivo es favorecer la integración cultural, social y lingüística de los alumnos recién llegados, así como que la Universidad de Girona y el conjunto de instituciones que participan contribuyan a la sensibilización en torno a la igualdad y la inclusión social de los niños y niñas. La voluntad es incentivar el desarrollo de los jóvenes escolares y su conocimiento del territorio, así como consolidar su integración social, cultural y lingüística. A cambio, los mentores reciben certificados por la formación que a su vez también reciben, y por la tarea realizada se les otorga créditos de reconocimiento o de libre configuración