El viernes por la noche, la Sala de Plenos del Ayuntamiento de Blanes acogió un acto que desde hace 14 años se ha celebrado puntualmente en su cita, incluso coincidiendo con la COVID, cuando se hizo en formato telemático. En esta ocasión, por segundo año consecutivo, el evento volvió a ser presencial, con todo lo que significa poder conocer en vivo y en directo a las parejas de mentores y mentorados.
Se trata del ‘Proyecto Ruiseñor’, que siempre suele comenzar a finales del mes de noviembre con el acto de presentación donde se conocen sus integrantes. No es extraño que una ciudad como Blanes, tierra de acogida y donde confluyen diferentes culturas y lenguas que conviven para que fluya el intercambio de conocimientos y costumbres, sea uno de los municipios donde la experiencia siempre se ha valorado de manera positiva, con muy buenos resultados.
Con el objetivo de enriquecerse mutuamente cultural y socialmente, nació hace unos años el Proyecto Ruiseñor, con el cual colabora el Ayuntamiento de Blanes, a través de la Universidad de Girona.
El acto de presentación lo encabezaron el alcalde de Blanes, Àngel Canosa, acompañado de la teniente de alcalde del Área de Nueva Ciudadanía y Solidaridad, Marina Vall·llosada.
También participaron concejales del consistorio, la Técnica de Políticas Migratorias del Servicio de Primera Acogida de Acción Social, Nuria Lavado y Alexandra Muñoz, de la misma área; así como responsables de los centros educativos y familiares de los y las escolares mentoradas y mentorados.
Se trató, por tanto, de una jornada de conocimientos, de primeras impresiones y para contactar a las dos personas que durante los próximos meses tendrán encuentros periódicos.
Un total de 26 chicos y chicas participan en el 14º Proyecto Ruiseñor
Este curso 2022-2023 participan en el ‘Proyecto Ruiseñor’ un total de 26 chicos y chicas divididos en 13 parejas. Los mentorados y mentoradas tienen entre 9 y 14 años, y estudian en 6 centros educativos de Blanes de enseñanza pública primaria y secundaria.
Son la Escuela Quatre Vents, la Escuela Carles Faust, la Escuela Joaquim Ruyra, la Escuela Mossèn Joan Batlle, la Escuela Napoleó Soliva y el Instituto Serrallarga.
Las familias de los chicos y chicas que participan en el proyecto provienen de diferentes países africanos, sudamericanos y europeos: Argentina, Marruecos, Colombia, Ucrania, Gambia, Uruguay y la República Dominicana.
La mayoría llegaron a Blanes entre finales del año 2020 y septiembre de este 2022 los más recientes, aunque también los hay que son de segunda generación de familias migradas. En cuanto a los estudios que realizan, van desde cuarto de primaria hasta segundo de ESO.

Por su parte, los mentores y mentoras viven mayoritariamente en Blanes, o bien en poblaciones vecinas como Calella, Pineda, o Tordera, y estudian diversas carreras en la Universidad de Girona.
Así, se incluyen Publicidad, diferentes especialidades de Educación Social, Educación Infantil, Publicidad y Relaciones Públicas, Pedagogía, Biología y Turismo.
Todas y todos dominan más de una lengua (catalán y castellano), inglés –en la mayoría de los casos-, o bien alemán, búlgaro y ruso.
La presentación se inició con la bienvenida a todos a cargo de Àngel Canosa y Marina Vall·llosada. Después se dio paso a la parte más esperada por las parejas: conocerse mutuamente, aunque ayer hubo algunos y algunas de las integrantes que no pudieron asistir.
Cada uno de los integrantes presentes en la sala se fueron presentando, y posteriormente se les anunció los integrantes de cada pareja, que posó para una primera fotografía de recuerdo. El acto se cerró con una fotografía de grupo con la participación de todos los asistentes, así como con el intercambio de teléfonos y concreciones de primeras citas para irse conociendo.
Integración cultural, social y lingüística de los alumnos recién llegados
El objetivo del Proyecto Ruiseñor es favorecer la integración cultural, social y lingüística de los alumnos recién llegados, así como que la Universidad de Girona y el conjunto de instituciones que participan contribuyan a la sensibilización en torno a la igualdad y la inclusión social de los niños y niñas.
En el ámbito internacional, la experiencia se desarrolla en una red de universidades europeas basada en la relación entre mentores (estudiantes universitarios voluntarios) y mentorados (alumnos de origen extranjero).
La finalidad es acelerar el proceso de integración de los escolares en el municipio, y cada año aumenta el número de universidades que participan en el proyecto a escala global, así como los niños en mentoría.
Las raíces del Proyecto Ruiseñor hay que buscarlas en Israel donde, a mediados de los años 70, se estableció un programa nacional de tutoría para escolares en situaciones desfavorables que llevaba por nombre Perach Project.
Una de las principales razones que empujó hace 14 años a que la Universidad de Girona se dirigiera al Ayuntamiento de Blanes para que se llevara a cabo la experiencia es porque se trata de una de las poblaciones de la demarcación gerundense con un relevante porcentaje de ciudadanos de origen extranjero. Esto hace que la villa sea uno de los municipios más adecuados para que se haga el Proyecto Ruiseñor.