En estos días se ha cerrado un largo periplo de la clave de bóveda original del Palacio Vescomtal de los Cabrera en Blanes, cuyos vestigios alojan ahora la Iglesia Santa Maria. La clave de bóveda es una piedra cilíndrica de 70 x 55 centímetros y de cerca de una tonelada de peso. En su cara visible, muestra esculpido en relieve el escudo señorial de los Vizcondes de Cabrera. Originariamente coronaba una de las bóvedas del Palacio, pero desde hacía décadas se había depositado a la intemperie.
La singladura reciente de este objeto, patrimonio cultural histórico de Blanes, comenzó en mayo del año 2021. Entonces, apareció encima una pintada que se pudo retirar en parte, y posteriormente toda una serie de golpes contundentes, fruto de actos vandálicos, que la erosionaron aún más. Un deterioro que había que evitar que pudiera continuar.
Para evitar males mayores, el Ayuntamiento de Blanes retiró la piedra de grandes dimensiones que entonces estaba situada en un parterre de la plaza de la Iglesia Santa Maria, bajo un olivo accesible para todo el mundo. Efectivos de las Brigadas Municipales y del equipo de Montajes de este departamento se encargaron de la delicada, pero a la vez pesada, tarea de cargar la piedra y trasladarla a un lugar seguro donde se pudieran llevar a cabo las oportunas tareas de limpieza y restauración a fondo.

Emplazamiento definitivo de la clave de bóveda: Casa Saladrigas
Desde el minuto cero, el objetivo del consistorio fue y ha seguido siendo dignificar este pedazo de la historia blanenca, relacionada con el Vizcondado de Cabrera donde Blanes tuvo un papel fundamental y estratégicamente destacado. Darle la atención adecuada, pero también, al mismo tiempo, que este elemento pudiera ser compartido y visitado por los blanencs y blanenques y por los visitantes interesados en la historia en general, y de este municipio donde comienza la Costa Brava en particular.
Este hito se ha podido hacer realidad definitivamente esta semana, cuando el equipo de las Brigadas Municipales se volvió a encargar de trasladar la piedra a un lugar que, por sí mismo, también es historia. Se trata de la emblemática Casa Saladrigas, construida a principios del siglo XX por Isidre Puig Boada, discípulo de Antoni Gaudí. El edificio es de libre acceso de manera especial cuando alberga una exposición, una de sus actividades.
Ahora, con motivo de la exposición del XXVI Concurso Fotográfico Focs i Festa que se inaugura este fin de semana, todo el mundo podrá visitar la clave de bóveda, que se ha instalado en la entrada, en el acceso principal de Casa Saladrigas. Para celebrar juntos esta acción, han visitado in situ el emplazamiento permanente que tiene ahora este elemento del patrimonio histórico blanenc el teniente de alcalde de Cultura y la concejala del Archivo y Patrimonio, Jordi Calvet y Mónica Rabassa, respectivamente.

La clave de bóveda original del Palacio Vescomtal de los Cabrera
Junto a este vestigio histórico se ha instalado el mismo panel que ya lo acompañó en la anterior parada del particular periplo que ha vivido. Desde principios del pasado mes de julio ambos elementos estaban instalados en una parte destacada de la exposición 'Vizcondado de Cabrera. La fuerza de un territorio', que ha formado parte de las Jornadas 'Blanes en Tiempo de los Cabrera'.
En el panel informativo se explica que, por definición, la clave de bóveda es la piedra central de una bóveda de crucería con una forma redonda o poligonal que históricamente se solía decorar por razones estéticas o simbólicas. Más concretamente, esta clave de bóveda que ahora se puede visitar en Casa Saladrigas, data de finales del siglo XIV y proviene del antiguo Palacio Vescomtal de los Cabrera en Blanes. Se ve representado un escudo de armas partido con los emblemas de los linajes de los Cabrera y de los Prades.
Todo parece indicar que la heráldica representada correspondería a la esposa de Bernat IV de Cabrera, Timbor de Prades. Por un lado, se representa el emblema partido de Prades: las barras catalanas y las flores de lis de los Anjou –su bisabuelo por línea paterna fue el rey Jaume II, casado con Blanca de Anjou- y del otro el símbolo de los Cabrera por el enlace con Bernat IV.
Esta interpretación de la clave de bóveda del Palacio Vescomtal de Blanes a partir de las armas de los Cabrera-Prades, elaborada por el Archivo Municipal, se acompaña de un dibujo que hace una reproducción imaginada del aspecto que tendría el Palacio en el siglo XV. La casualidad, o quizás la causalidad, ha querido que este dibujo fuera elaborado hace casi un siglo por el arquitecto Isidre Puig Boada, es decir: el discípulo de Antoni Gaudí que entre 1926 y 1931 construyó Casa Saladrigas.
Si el Palacio Vescomtal del que formaba parte la clave de bóveda está declarado Bien Cultural de Interés Nacional, cabe recordar que Casa Saladrigas está incluida en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña. Y otra vez, la historia hace que este año este emblemático edificio haya cumplido una efeméride: en abril del año 2003 –es decir: hace 20 años- fue inaugurada después de una restauración a fondo del Ayuntamiento de Blanes.
Mónica Rabassa y Jordi Calvet con la Clave de Bóveda