Hoy sábado, 23 de septiembre, se conmemora el Día Internacional Contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres y Menores. Por ello, coincidiendo con esta fecha, desde hace unos días se ha colgado una pancarta alusiva a la fachada principal del Ayuntamiento de Blanes, para rechazar esta forma de violencia.
En la pancarta, aparte de recordar qué se conmemora el 23-S, también está el lema: “Las personas NO somos mercancía”. La trata es un delito que viola los derechos humanos y va en contra de la libertad y la dignidad de las personas, los niños y las niñas. El 23 de septiembre fue instaurada por la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas en coordinación con la Conferencia de Mujeres que tuvo lugar en Dhaka en 1999.La normativa internacional impulsa a los poderes públicos a combatirlas desde un enfoque integral y multidisciplinario. Asimismo, las instituciones se han puesto como objetivo erradicar la explotación sexual y el tráfico mediante el objetivo número 5 de las ODS de la Agenda 2030 de la ONU. En la actualidad es uno de los delitos más comunes y que mueve mayor cantidad de dinero en todo el mundo, después del de tráfico de drogas y de armas.Cada vez que se comete este delito, se violan todos los derechos humanos en una misma persona, corrompiendo no sólo su libertad y dignidad sino también su integridad física y emocional. Las víctimas de este crimen suelen ser personas vulnerables, sobre todo mujeres, niños y hombres en condiciones físicas o económicas delicadas, acostumbrados a la discriminación y que no oponen una gran resistencia.
Entre 600.000 y 800.000 personas (mujeres, hombres y niños) son traficadas cada año, cruzando fronteras internacionales con el fin de ser explotadas laboralmente y/o sexualmente. El 80% son mujeres o niñas; más del 50% son menores. El Tráfico de Seres humanos constituye una violación grave de la dignidad, la libertad de la persona, y una forma de delincuencia grave.