La ciudad donde empieza la Costa Brava ha puesto punto y final a una nueva edición del Proyecto Ruiseñor, una experiencia educativa y de integración en la comunidad que en Blanes este curso 2020-2'21 se ha organizado por 12º año consecutivo. Por segunda edición consecutiva, la pandemia ha obligado a realizar cambios sensibles en relación a lo que solía ser una fiesta de celebración que contaba con la activa participación de todos. La clausura tuvo que circunscribirse a un encuentro telemático con dos turnos para que todos y todas las protagonistas pudieran participar. El encuentro online tuvo lugar hace unos días, y se procuró que –salvando las distancias y los lógicos impedimentos de no poder superar la barrera espacio/tiempo- los niños disfrutaran del evento. Por eso, desde el Servicio de Políticas Migratorias del Área de Acción Social, Igualdad y Nueva Ciudadanía del Ayuntamiento de Blanes, se diseñó una dinamización hecha a su medida, para que no fuera un acto encorsetado. Durante la celebración, tanto el alcalde de Blanes como el concejal de Nueva Ciudadanía y Solidaridad, Àngel Canosa y Miky Corregidor respectivamente, les dirigieron sendos saludos a través de unos breves mensajes de vídeo grabados previamente. 12º Proyecto Ruiseñor en Blanes con 26 alumnos El 12º Proyecto Ruiseñor en Blanes ha contado este curso con 13 parejas, es decir: un total de 26 alumnos. Los mentorados estudian en tres centros educativos de Blanes: la Escuela Napoleó Soliva, la Escuela Carles Faust y el Instituto Serrallarga. Sus familias provienen de Badalona, Valencia, Barcelona, Colombia, Terrassa, Marruecos y Uruguay. En el caso de los niños y niñas que provienen de toda Cataluña o el estado español, han sido elegidos porque tienen una situación familiar delicada, o bien porque a pesar de ser de aquí no hablan la lengua, o aún no la dominan lo suficientemente bien. Por su parte, los mentores de la Universidad de Girona estudian diferentes tipos de estudios superiores: Derecho, Biología, Trabajo Social, Comunicación Cultural, Psicología, Educación Primaria y Educación Social. Una experiencia muy bien valorada por todos El Proyecto Ruiseñor se puso en marcha en Blanes coincidiendo con el curso 2009-2010 y, desde entonces, la valoración que han hecho sus participantes siempre ha sido muy positiva. Se basa en la interrelación que se establece entre mentores (estudiantes universitarios voluntarios) y mentorados (alumnos de origen extranjero), como base para el mutuo aprendizaje. Su objetivo es favorecer la integración cultural, social y lingüística de los alumnos recién llegados, así como que la Universidad de Girona y el conjunto de instituciones que participan contribuyan a la sensibilización en torno a la igualdad y la inclusión social de los niños y niñas. La voluntad es incentivar el desarrollo de los jóvenes escolares y su conocimiento del territorio, así como consolidar su integración social, cultural y lingüística. A cambio, los mentores reciben certificados por la formación que a su vez también reciben, y por la tarea realizada se les otorga créditos de reconocimiento o de libre configuración.