Las cámaras que controlan los accesos y las salidas de Platja d'Aro (Baix Empordà) se han convertido en un quebradero de cabeza para los ladrones. Esto ha hecho que los delincuentes se las ingenien para intentar entrar desapercibidos en el municipio para cometer hurtos o robos. La Policía Local ha detectado que algunos intentan llegar en taxi y, de este modo, se aseguran de que las cámaras no alerten de la matrícula y así pueden cometer el robo sin que los detecten a la entrada. Otros ponen varios vehículos a nombre de una persona -que a veces ni existe- y cambian de coche cada vez que van a Platja d'Aro. La realidad, sin embargo, es que la Policía Local ya los tiene controlados y la mayoría de veces los acaban capturando antes o después de cometer el hurto.
Las cámaras que hay instaladas en los accesos de Platja d'Aro fotografían todas y cada una de las matrículas que entran y salen del municipio. Si no consta en la "lista negra" de la Policía Local, el sistema la ignora, pero si se trata de una placa de un vehículo sospechoso, hace saltar una alerta inmediatamente a la Policía Local. A partir de este momento, una patrulla se desplaza a la zona por donde ha entrado el turismo para identificarlo. De este modo, explica el sargento de la Policía Local de Platja d'Aro, Jordi Cànovas, pueden hacer una tarea preventiva, ya que evitan que se cometa un delito, si los agentes encuentran antes a los ocupantes del vehículo.
Pero para intentar esquivar a la Policía Local los delincuentes cada vez buscan nuevas fórmulas. La última que han detectado es que un testaferro, que muchas veces ni existe, tiene a su nombre varios coches. De este modo pueden cambiar de vehículo en caso de que la cámara tenga registrada la matrícula anteriormente.
Cànovas explica que el caso más extremo se lo han encontrado con una banda que tiene hasta 75 utilitarios a nombre de una misma persona. "Tenemos que estar encima, pero siempre intentamos ir un paso por delante. Además, intercambiamos la información con otras policías para tener el máximo de información", explica el sargento.
Si salta una alarma se avisa a la patrulla que intenta encontrar el coche sospechoso. Si lo encuentra antes de cometer el delito, los ocupantes abandonan Platja d'Aro aunque "siempre acaban volviendo". "Son itinerantes y una de sus paradas es Platja d'Aro", indica el sargento.
Especialistas en cada delito
Una de las particularidades de estas bandas es que cada una está especializada en un tipo de delitos. Hay quienes roban en supermercados, otros que buscan relojes caros y otros que se dedican a entrar en coches y llevarse lo que encuentran de valor. Además, se da la característica de que entre ellas se "respetan el espacio" ya que cada una es especialista en un tipo de delito.
A modo de ejemplo, las bandas que roban en supermercados lo hacen de manera rápida y en varios establecimientos. El modus operandi suele ser siempre el mismo. El conductor aparca el vehículo y deja la llave encima de la rueda delantera del coche. Entra dentro del supermercado con una bolsa forrada con papel de aluminio para evitar que suenen las alarmas. La llena de productos como jamón, anchoas, queso o berberechos que después venderá en el mercado negro en el área metropolitana de Barcelona y se marcha del establecimiento haciendo una pequeña compra.
Si no lo detectan deja en el coche el material que ha robado y hace lo mismo en otro establecimiento, cambiándose de ropa y complementos. El motivo de dejar la llave encima de la rueda es que, si pillan al que está robando, alguien más puede ir a buscar el coche y así no pierden el material de robos anteriores.
Cànovas explica que cada vez que entra un coche y saben a quién pertenece, saben también a qué zona se dirigirá. Si se trata de un vehículo que pertenece a una banda, saben que irá a la zona de supermercados o, por ejemplo, si se trata de un coche de una banda que roba relojes de lujo, saben que deben buscar en la zona de S'Agaró.
Una política eficaz
Desde el Ayuntamiento se muestran "satisfechos" de cómo está funcionando este sistema de cámaras y aseguran que "seguirán invirtiendo" porque favorece a los comerciantes y los vecinos. El alcalde de Castell-Platja d'Aro, Maurici Jiménez, señala que desde que comenzaron hace diez años a instalar las cámaras "se ha notado una mejora" y remarca que muchos municipios han tomado Platja d'Aro de ejemplo. Y es que este sistema ayuda especialmente a la Policía Local porque "agiliza" el proceso para atrapar a los delincuentes que vienen al pueblo a cometer delitos.