15 años de prisión por intentar matar a una pareja a traición en Sant Feliu de Guíxols

04 de mayo de 2024 a las 12:19h

La Audiencia de Girona ha condenado a 15 años de prisión al acusado de intentar matar a una pareja a puñaladas en plena calle y a plena luz del día en Sant Feliu de Guíxols (Baix Empordà) el 30 de enero de 2022. La sentencia concluye que el procesado y las víctimas eran vecinos y llevaban tiempo teniendo una "mala relación".

Al mediodía del día de los hechos, el acusado, armado con dos navajas, se escondió y esperó a que la pareja volviera de tomar el vermut. Al verlos llegar, se abalanzó sobre ellos y los atacó por sorpresa: "No tuvieron ninguna posibilidad de defenderse". Las víctimas sufrieron heridas que pusieron en riesgo sus vidas. Lo condenan como autor de dos delitos de asesinato en grado de tentativacon la atenuante de anomalía psíquica.

Al final del juicio, el fiscal Víctor Pillado mantuvo la petición de 22 años y 6 meses de prisión. La defensa sostenía que el procesado actuó sin intención de matar y solicitaba 3 años de prisión por dos delitos de lesiones con las atenuantes de anomalía psíquica y de reparación del daño, porque antes del juicio el procesado consignó 24.000 euros para hacer frente a las indemnizaciones.

La sentencia de la sección tercera de la Audiencia de Girona, de la que ha sido ponente el magistrado Manuel Ignacio Marcello, expone que las víctimas y el acusado eran vecinos y que tenían una "mala relación desde hacía tiempo". Al mediodía del 30 de enero de 2022, la pareja fue a un bar cercano a tomar un vermut, una costumbre que su vecino conocía.

"Decidió esperarlos escondiéndose de la mirada de terceras personas en un lugar que le permitiera no ser visto por las víctimas y que le garantizaba un ataque fácil cuando aparecieran de vuelta a su casa", declara probado el tribunal. El acusado, Antonio Correa, iba armado con dos cuchillos tipo navaja (uno con una hoja de 12,8 centímetros y el otro de 12). Su objetivo, según la sentencia, era "acabar con la vida de ambos".

Los cónyuges regresaban a casa hacia las 12.30 horas. Cuando estaban a pocos metros de la puerta de entrada, y "ejecutando el plan concebido previamente", el procesado se abalanzó contra ellos "por sorpresa": "No se lo podían imaginar y no tuvieron ninguna capacidad de defenderse". El acusado, concluye el tribunal, llevaba una navaja en cada mano y atacó a la pareja apuñalándola en diferentes partes del cuerpo. El hombre pudo repeler el ataque y retener al acusado en el suelo evitando así que continuara agrediéndolos.

Como resultado del ataque, la mujer recibió al menos cinco puñaladas en el codo, la ingle, la clavícula y la zona intraescapular. Tuvieron que trasladarla de urgencia al hospital, donde estuvo tres días ingresada en la UCI y cinco más en planta. Le han quedado, como secuelas, varias cicatrices y un trastorno relacionado con el estrés postraumático.

El hombre tenía al menossiete heridas causadas por un arma blanca en los brazos, el glúteo, el muslo, el codo y el pecho. También tuvieron que llevarlo al hospital. Estuvo ingresado tres días y también le han quedado secuelas tanto físicas como psíquicas.

La Audiencia expone que, en el juicio, las forenses explicaron que algunas de las heridas tanto del hombre como de la mujer supusieron "un riesgo vital muy importante".

 

Afectación "leve"

El tribunal aprecia la atenuante de anomalía psíquica al acusado porque, aunque tenía "perfectamente conservada su capacidad cognitiva" en el momento de los hechos, padece un trastorno de personalidad Cluster A y un trastorno del estado de ánimo que "alteró levemente su capacidad de obrar".

La sentencia no se cree la versión del acusado, que aseguró en el juicio que la pareja se le lanzó encima en medio de la calle y lo empezaron a golpear. Según su relato, se limitó a defenderse y no recordaba haberlos apuñalado. También dijo que solo llevaba una navaja y se desvinculó del otra arma.

La Audiencia subraya que esta versión queda "refutada de forma contundente" por las periciales que localizaron ADN del procesado en las dos armas o los informes de las forenses que determinaron que las heridas que tenía en las manos son las características cuando se usa un cuchillo para apuñalar a alguien.

La sección tercera impone a Antonio Correa 15 años de prisión por dos delitos de asesinato en grado de tentativa con la atenuante de anomalía psíquica. Además, le prohíben acercarse a menos de 500 metros de las víctimas o comunicarse con ellos durante 10 años, el mismo tiempo que estará en libertad vigilada.

En concepto de responsabilidad civil, tendrá que indemnizar a la mujer con 41.697 euros y al hombre con 41.352. También tendrá que pagar 11.737 euros al Instituto Català de la Salut (ICS) por los gastos de la asistencia sanitaria a las víctimas.

El condenado está en prisión preventiva desde el 1 de febrero de 2022.