El bar de Figueres al que el Ayuntamiento multó con 10.001 euros por “vetar” la entrada a mujeres ha cerrado. Fuentes municipales detallan que el establecimiento, que acumulaba otras infracciones menores por irregularidades administrativas, ha bajado la persiana tras recibir la multa.
La Guardia Urbana descubrió la infracción durante una inspección en el local, que había recibido varias quejas vecinales. Los agentes descubrieron que había sacado el cartel al baño de mujeres y que lo utilizaba de almacén. Entonces, los responsables del establecimiento se justificaron la actuación diciendo que no podían entrar. La policía incoó un expediente por una infracción muy grave de discriminación por razón de sexo.
El alcalde de Figueres, Jordi Masquef, remarca que “como sociedad y como ciudad”, no se puede permitir que “no se respeten los derechos y las libertades de las mujeres” y que “tener una cultura o costumbres diferentes no justifica en absoluto pisar o menospreciar” estos derechos.
“Queremos una ciudad que avance en la cohesión y el progreso social, y eso pasa imprescindiblemente por entender y respetar nuestros valores y nuestras leyes”, añade.
Fuentes municipales apuntan que está previsto que en su lugar se abra una escuela de idiomas.