La Universidad de Girona (UdG) ha reducido un 15% el consumo de electricidad en 2023 gracias al Plan de Emergencia Energética que aplica desde finales de 2022. En cuanto al gas, en el último año es todavía superior a la del consumo eléctrico, llegando a un descenso del 18%. El plan preveía, entre otras medidas, la calefacción se pondría a 19 grados en invierno y el aire acondicionado no bajaría de los 27 en verano. Además, la climatización de los edificios se cierra ahora a las siete de la noche, una hora antes de lo habitual. En cuanto al consumo de agua, la UdG estima que han gastado un 35% menos en este primer trimestre de 2024 en comparación con el año anterior.
La Universidad de Girona se ha marcado el reto de reducir un 40% el consumo energético antes de 2030. Para conseguirlo, el 24 de noviembre de 2022 el consejo de gobierno aprobó el Plan de Emergencia Energética en el que se incluían diferentes medidas que deben permitir llegar a este objetivo.
La primera de ellas es fijar la temperatura de climatización a los 19 grados en invierno y a los 27 en verano. Además, también quedan prohibidos todos los aparatos como calefactores o estufas que algunos trabajadores usaban para aclimatarse al despacho de forma individual. El horario de puesta en funcionamiento también ha cambiado para ahorrarse una hora al día de funcionamiento de estos aparatos. Desde finales de 2022, la calefacción y el aire acondicionado se ponen en marcha a las ocho de la mañana y se apagan a las siete de la tarde.
Pero más allá de estas acciones, el rectorado planteaba un conjunto de actuaciones más logísticas para conseguir reducir las facturas de la luz y el gas. Una de ellas era concentrar la actividad en el menor número de edificios para que haya espacios cerrados y evitar consumo de luz y gas.
Este conjunto de medidas permitieron que en los primeros seis meses de funcionamiento, el plan ya había reducido un 12% la luz y un 24% el gas. Esto implicaba un ahorro de 96 toneladas de emisiones de CO2.
Ahora, después de todo un año natural de funcionamiento de este plan, la universidad ha conseguido ahorrar en 2023 un 15% de la luz que consumía habitualmente en un año. En cuanto al gas, el consumo ha disminuido un 18% a lo largo del año pasado en comparación con la media que tenía años anteriores.
Acciones contra el agua
El Plan de Emergencia Energética se aprobó en un momento de encarecimiento de los suministros como la luz y el gas. En paralelo, la UdG también ha activado un plan para reducir el consumo de agua en el marco de la sequía que sufre el país. El 2 de febrero el rector firmó una resolución para implementar medidas que ayuden al ahorro del agua.
Esto ha permitido que en el primer trimestre del año la universidad estima haber ahorrado un 35% de agua. En los tres primeros meses del año se ha gastado el equivalente en llenar todo el campo del Girona hasta 3,9 metros de altura, mientras que en 2022 el gasto hídrico era equivalente a hacerlo hasta 6 metros.
La mayor parte del consumo de agua proviene de los sanitarios (un 45,8%), mientras que los laboratorios gastan el 19,7% del total de agua. Precisamente en este ámbito el rectorado pidió al personal docente e investigador que redujera al máximo el agua que se utilizaba en los laboratorios, así como también las actividades de investigación en invernaderos o cámaras de cultivo. En el servicio de deportes se cerraron las duchas y el riego en campos deportivos y jardinería. Mientras tanto, se está estudiando una alternativa al riego por goteo del huerto ecosocial que tiene la UdG.