El temporal de las últimas horas ha derrumbado parte del edificio que acoge la Escuela de Vela de Platja d’Aro (Baix Empordà). El equipamiento ya había quedado dañado con las garbinadas de este mes de marzo, que descalzaron su plataforma, y de hecho se encontraba acordonado. Ahora, parte de la fachada ha cedido y ha acabado desprendiéndose. El edificio, que es propiedad municipal, está situado en la playa de El Riuet, en el extremo sur del paseo marítimo (que comprende el Carrilet y la zona del Port d’Aro). El alcalde de Platja d’Aro, Mauricio Jiménez, explica que el consistorio mantiene conversaciones con Costas del Estado para que antes del verano se hagan “obras de urgencia en todo este ámbito”, que permitan “consolidar accesos y asegurar el tráfico de peatones”.
El edificio que acoge la Escuela de Vela está situado en el extremo sur del paseo marítimo de Platja d’Aro. Todo este ámbito ya quedó afectado por los temporales de garbanzo de este marzo, que se llevaron la arena de la playa y arrancaron parte del asfalto. Como aquí el paseo no tiene base, las olas picaron directamente contra la zona de paso y la escrostonaron.
Además, las garbinadas también descalzaron parte de la plataforma sobre la que se encuentra el edificio de la Escuela de Vela. Este equipamiento es de titularidad municipal, aunque la gestión de los cursos y actividades que se realizan se lleva desde el Club Náutico.
Ahora, el temporal de las últimas horas ha hecho ceder el edificio, situado en la playa del Riuet. A raíz de los embates del mar, parte de la plataforma ha cedido y se ha llevado un trozo de fachada de la Escuela de Vela, que se ha tras el resto y ha quedado colgando.
Después de los temporales de marzo, el edificio ya estaba acordonado para que nadie se acercara. Además, el Ayuntamiento también había instalado todo de vallas en este extremo del paseo (en la zona donde el mar endureció el asfalto).
El alcalde, Mauricio Jiménez, explica que el consistorio está trabajando con Costas del Estado “para ejecutar unas obras de urgencia en todo este ámbito, que nos sirvan para consolidar accesos y asegurar el tránsito de peatones”. La intención del Ayuntamiento es que se pueda construir un pequeño muro de rocalla que permita estabilizar la zona y resistir los embates del mar (como ya se ha hecho en otros tramos del paseo marítimo).