Ripoll se ha convertido en la primera ciudad que no tiene sede de la DGT y que recupera los exámenes teóricos de conducir tras perderlos por la pandemia. Antes las pruebas se hacían en papel, mientras que ahora se hacen con ordenadores propiedad de la DGT que están conectados a la red informática de este centro. Eso es lo que ha dificultado el retorno de los exámenes a Ripoll y a los otros centros donde se dejaron de hacer como Olot, Tortosa, La Seu y La Pobla de Segur.
El presidente del Consejo Comarcal de El Ripollès, Amadeu Rossell, se ha mostrado muy satisfecho: “Nos hemos convertido en pioneros y hemos recibido muchas consultas de otros consejos para seguir nuestros pasos”. La digitalización hace que los exámenes sean más accesibles y facilita hacerlos en catalán.