La Catedral de Girona ha acogido este domingo a las cinco de la tarde la ordenación episcopal y el inicio del ministerio de fra Octavi Vilà como obispo de Girona, después de dos años con el cargo vacante por la muerte de Francesc Pardo.
En la ceremonia, que ha estado presidida por el arzobispo de Tarragona, Mons. Joan Planellas, han asistido más de un millar de personas que han llenado la basílica y medio millar más que la han seguido en directo desde el exterior, donde el Obispado ha instalado una gran pantalla. El acto ha durado casi tres horas acabando con el parlamento del nuevo obispo, que ha dicho que alarga la mano a todos “tanto creyentes, como no creyentes”.
Conociendo a Octavi Vilà
Vilà ha reconocido que la Iglesia abordó los abusos “de manera incorrecta” durante muchos años. “Este tema se abordó de manera incorrecta, con el traslado a otras parroquias, colegios o terceros países, para quitarse el problema de encima.“, ha criticado Vilà en una entrevista en ‘La Vanguardia’. ” Ahora se está avanzando en la elaboración de protocolos y en la Santa Sede los han abordado de manera muy diferente. No es un tema de cifras. No es más grave el problema para que sean 30.000 o 300.000 los afectados. Un solo caso ya es suficiente para justificar una actuación“, ha valorado el obispo de Girona, que también ha sido claro sobre la política: “Nuestro papel es favorecer que transcurra en el tablón del debate y del diálogo”.
“Un obispo no tiene que hacer nunca política directamente, para eso están los políticos“, ha recalcado Octavi Vilà, que ha sido abad de Poblet en los últimos nueve años y este domingo ha sido proclamado obispo de Girona. “Lo que tiene que procurar la Iglesia es favorecer que la política transcurra en el tablón del debate y no en otros campos que no aportan soluciones sino que más bien acaban creando más problemas, como el judicial”, ha matizado el flamante obispo gerundense, que apuesta por seguir el ‘modelo francés’ de convivencia Iglesia-Estado. “El modelo a seguir es el de la Iglesia francesa, que hace muchos años que mantiene una relación no distante, sino cada uno en su terreno, con el Estado. Creo que es el modelo hacia donde hay que avanzar”, ha reflexionado en voz alta Vilà.
Evitar cerrar parroquias y trasladar fieles
Finalmente, el nuevo obispo de Girona se ha referido a la falta de vocaciones, con pocos capellanes para muchas parroquias. “No se trata de cerrarlas, en líneas generales, sino de buscar fórmulas válidas. Por ejemplo, para las celebraciones dominicales, hacer el traslado de los fieles a las parroquias más grandes siempre que se tenga presente que cada parroquia de origen sigue siendo el punto de referencia para las exequias o bautizos“, ha apuntado Vilà. ” Hay que buscar fórmulas que no carguen en exceso de trabajo a los sacerdotes, que también se ocupan de visitar enfermos en los hospitales o en casa. Hay cosas que pueden hacer los laicos, como estas visitas a los enfermos o la catequesis”, ha concluido el obispo de Girona.
