“He notado que hay más ganas de votar con todo lo que está pasando en Ripoll.“. Lo dice la Fátima, una joven de 22 años que no podrá emitir su voto porque todavía no tiene la nacionalidad española. La Fátima, que estudia un módulo profesional y es ripollesa, explica a la ACN que forma parte de la nueva Asociación Juvenil Marroquina del Ripollès que se ha creado recientemente para explicar su realidad y “romper las mentiras con información”, y, muy concretamente, la islamofobia. Otros, como la Coco, de 20 años, votará por primera vez: “Lo veo importante, se ha visto que los discursos de derechas, xenófobos, están cogiendo más poder y si puedo hacer algo para que no lleguen al poder, sí lo haré”.
La ACN ha hablado con cuatro jóvenes que forman parte de la Asociación Juvenil Marroquina del Ripollès. Tienen entre 20 y 29 años, son varones y los cuatro están estudiando, algunos en la universidad y otros haciendo módulos profesionales. En un encuentro, comparten las expectativas que tienen de cara a los comicios del 12-M. El Omar, de 29 años y estudiante de un doble grado, pide que el gobierno saliente “haga bandera” de la diversidad, “como una herramienta más para el crecimiento de Cataluña”. Desde su punto de vista, ve bien el trabajo que se ha hecho estos últimos años en la Generalitat con temas como la inclusión y la igualdad social, pero pide también a los políticos que sean “responsables”.
En este sentido, cree que habría que velar para que los políticos no puedan hacer declaraciones que vayan claramente en contra de colectivos o comunidades, sean cuales sean, y que en caso de que lo hagan, haya una “respuesta penal”. “Tienen una responsabilidad con el pueblo y tienen que cumplir”. A modo de ejemplo, ve bien la multa que el Departamento de Igualdad y Feminismos interpuso a la actual alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, por unas declaraciones hechas a 8TV que se consideraron que atentaban contra la dignidad de las personas musulmanas.
Para la Coco, que este año votará por primera vez -en las municipales pasadas todavía no figuraba en el censo a pesar de haber conseguido la nacionalidad-, expresa su deseo: “Estas elecciones deberían servir para juntarnos más y tratar aquellos temas que realmente preocupan”. Cree que se habla mucho de la inmigración y la comunidad musulmana, por ejemplo, “cuando la mayoría de gente no puede pagar un alquiler; vamos a mirar los problemas y no, las paranoias de unos cuantos”, remarca.
Alertan del aumento de los discursos de odio
Todos coinciden en decir que están “preocupados” por “el auge de los discursos islamofóbicos y comentarios racistas” y ponen el caso de Ripoll, donde gobierna por primera vez un partido de extrema derecha, Alianza Catalana, y con una alcaldesa que se ha presentado como candidata a presidenta en la Generalitat. La Fátima, de 22 años que no podrá votar porque no tiene la nacionalidad y queda a la espera de que acabe la tramitación legal, asegura que este partido ha “dado las ganas a la gente que ya tenía un sentimiento de racismo, a que hablen, te miren mal y que tengan más poder con todo”.
En la misma línea se expresa el Omar: “Preocupa la entrada de la extrema derecha en el Parlamento porque pueden tener más poder y el acceso a cambiar derechos que ya hace tiempo que se han ganado y que no ha habido problemas con ellos, como el derecho de culto”.
Pese a todo, coinciden en que “hay esperanza” y ponen el ejemplo de lo que ha pasado en Ripoll con el cartel de la fiesta mayor censurado por la alcaldesa porque aparecía una figura femenina con un velo islámico. La Coco explica que, a pesar de lo que se temía, al final surgió un movimiento de protesta con la encarnizada por la villa a la vez que, según dice, vio como muchos jóvenes de su entorno apoyaban al artista Ivonne Navarro, un hecho que antes no había pasado. Para el Omar, el cartel “ha marcado un punto de inflexión”. Y añade, “o eres de la gente que te gusta la censura y te pones a su lado o no te gusta la censura y eres democrático”.
Reclaman completar la identidad con la nacionalidad
La Soukayna, de 24 años, es la presidenta de la Asociación Juvenil Marroquina del Ripollès. Ella, que sí podrá votar a diferencia de algunos de sus familiares, reclama más agilidad en los procesos para conseguir la nacionalidad española, especialmente para aquellas personas que han nacido en Cataluña a pesar de provenir de familias migradas. “Debería ser un derecho básico; si has nacido aquí eres de aquí y no hace falta tanto papel; yo conozco gente que ha tardado diez años en conseguirlo”, dice. Denuncia que, mientras las “personas cumplen con sus obligaciones, como pagar impuestos y trabajar o estudiar, también se deberían cumplir sus derechos, como el de poder votar”, remarca. Y añade: “Es muy injusto, que una persona tenga que hacer tantas cosas para poder conseguir su identidad”.
La idea de crear la asociación hace pocos meses responde precisamente a la voluntad de “romper las mentiras y rumores” que corren sobre la comunidad musulmana y rebatirlo con información. “Se juega con la ignorancia de la gente, que no sabe mucho sobre nuestra cultura y religión”. Ahora bien, Soukayna también es consciente de las limitaciones: “No es verdad que no podamos rebatir (los discursos islamofóbicos); tenemos la información, pero no el canal para poder hacerlo”. Por ello, desde la asociación quieren hacer oír más fuerte su voz.