Los Mossos de paisano de las comarcas gerundenses hacen ocho veces más detenciones en porcentaje que los uniformados. Esta unidad especializada denominada Grupo 200 y que se encuentra integrada dentro de los efectivos de Seguridad Ciudadana es la que vigila y, sobre todo, pasa desapercibida para poder evitar delitos como hurtos en supermercados o intentar evitar que los llamados ‘pincha ruedas’ actúen en la autopista. Además, sin embargo, siempre se integran dentro de las manifestaciones donde realizan tareas de vigilancia para asegurar que se desarrolla con normalidad o se camuflan en grandes aglomeraciones para evitar robos o tráfico de drogas. Pero ir sin uniforme también hace que sean los mozos que más atentados contra los agentes de la autoridad sufren.
Los efectivos de paisano se desplegaron en Girona a raíz de la necesidad de poder realizar algunas tareas sin que se les detecte. En Girona se les dice los 200, en Figueres Fluvià 200 o en Barcelona els Fures, por ejemplo. Se trata de agentes de Seguridad Ciudadana, o sea que hacen prevención y reacción, o sea evitar los delitos, pero también detenerlos una vez se ha cometido. En total en la Región Policial de Girona hay 68 efectivos de paisano de Seguridad Ciudadana. Domènech explica que se trata de agentes que tienen un “perfil muy específico” y que deben ser policías de “total confianza” del superior por las características del trabajo que deben desarrollar.
En este sentido, el intendente señala que deben tener “vocación” para poder realizar este trabajo y más disponibilidad, ya que es habitual que se les modifique el horario. Pero si hay una característica que para Domènech es relevante de estos agentes es el conocimiento que tienen del territorio. “Solo de escuchar una calle, tienen que saber de qué le están hablando y conocen todos los delincuentes habituales y el modus operandi de los que vienen de fuera. Son un grupo especial, a pesar de no ser una especialidad”, señala.
Entre los delitos que más persiguen las unidades de paisano de los Mossos es el hurto, el más común de todos. Ahora bien, Domènech señala que el robo con violencia es el que más inseguridad genera a los ciudadanos. “Precisamente por eso intentamos que el grupo 200 haga tarea proactiva en este tipo de delito”, explica.
Un sexto sentido
Domènech explica que estos policías han desarrollado un “sexto sentido” que les permite detectar cuando un individuo quiere cometer algún tipo de delito. “Parece mentira, pero tienen esa capacidad y eso es una ventaja para nosotros”, explica.
Una de las particularidades es que estos agentes son capaces de hacer un escaneo a partir de fotografías que tienen de potenciales delincuentes. Cuando se cruzan con una de estas personas vigilan
Si quieren, se les reconoce
Domènech señala que una de las particularidades de estos policías es que se les reconoce “si quieren que se les reconozca”. Un ejemplo es en las manifestaciones donde estos policías de paisano realizan una labor de vigilancia, pero también colaboran para que no se produzcan incidentes y se pueda realizar con normalidad. “Allí se nos reconoce fácilmente y nuestra tarea es evitar que dentro de la protesta haya personas que quieran cometer un hecho delictivo o que un grupo contrario intente enfrentarse”, explica.
El intendente explica que su tarea es pasar desapercibidos, por ejemplo, en fiestas con grandes aglomeraciones donde puede haber tráfico de droga. “Incluso hay veces que nos avisan alertándonos de que hay gente sospechosa, que parecen delincuentes y nosotros sabemos que son los nuestros que están trabajando”, explica.
Los primeros en llegar en algunos delitos
Aunque el Grupo 200 de los Mossos de Girona realiza tareas reactivas, o sea que acuden a cualquier requerimiento que pueda haber en su zona, Domènech explica que siempre “es mejor que vayan a determinados delitos”. A modo de ejemplo, el intendente señala que en una pelea “no es lo más idóneo”, ya que los participantes pueden pensar que sencillamente son personas que se quieren añadir a la riña.
Donde tampoco es recomendable es en casos de violencia machista, ya que como en la pelea, lo más adecuado es que se presente un mozo uniformado. En cambio, en un atraco sí es más efectivo un mozo de paisano, ya que pasa desapercibido por el ladrón y puede tener más posibilidades de arrestarlo, que un uniformado que haría que el ladrón intentase escapar.
Sufren más lesiones
Una de las consecuencias que representa ser mozo de paisano es el número de lesiones que sufren, que es más alto que los uniformados. Domènech explica que el uniforme “es un paraguas” y en cambio ellos no generan “el mismo respeto” que a un mozo que se identifica por llevar uniforme.
En relación donde más actividad tienen estos efectivos, el número dos del cuerpo en la demarcación explica que Girona y Figueres son, por ser las ciudades más grandes, donde más actividad se concentra, si bien en verano Lloret de Mar es uno de los principales puntos de actuación.
El ejemplo de Blanes
La comisaría de los Mossos de Blanes es la segunda más antigua de Cataluña, después de la de Vic. Allí trabajan seis agentes de paisano. Todo el año hacen patrullaje, pero es en verano cuando más trabajo tienen por el incremento destacado de turistas, especialmente en la zona de Lloret de Mar.
El jefe de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Blanes, Santi Serra, explica que el trabajo del grupo del 200 que tienen en Blanes es “determinante” y señala que el 85% de las detenciones que se realizan son en verano. En este sentido, el hurto, los robos con violencia y la venta de droga al por menor son las principales actuaciones de este grupo especializado.
Serra reconoce que los delincuentes habituales conocen a los agentes de paisano, pero destaca que en verano, cuando más delitos se cometen, es una “ventaja” de que los que vienen de fuera atraídos por la cantidad de turismo no saben quiénes son los policías. “Esto nos permite pasar desapercibidos para quienes no operan aquí habitualmente”, remarca.
A modo de ejemplo, de enero a septiembre del año pasado se realizaron 90 arrestos por hurtos, 63 más por vender droga a pequeña escala y 57 más de personas que estaban en llamada y búsqueda por parte de otro cuerpo policial o de un juzgado y que se escondían en la zona de la Selva Marítima.