La Audiencia de Girona ha juzgado a un joven que se enfrenta a 11 años de prisión por vaciarle el ojo a otro con una pistola de aire comprimido. Los hechos ocurrieron hace tres años en un camping abandonado de Palamós (Baix Empordà). El acusado ha admitido haber puesto en marcha el disparo, pero ha afirmado no ser consciente de lo que hacía porque iba drogado . “Fue un acto repentino y no lo hice de manera intencionada” , ha declarado.
Su versión, sin embargo, choca con la de la víctima y un amigo común, que aseguran que el chico sabía que la pistola estaba cargada y que aprovechó que el otro estaba de espaldas para dispararle justo cuando se giró. Fiscalía y acusación le imputan lesiones con la agravante de traición y reclaman que pague casi 110.000 euros de indemnización.