Figueres ha instalado un reductor de presión en el sector del Clos de Fires y ha conseguido reducir un 7% el consumo de agua potable en esta zona. Esta es otra de las medidas de ahorro que se aplican en la ciudad ante el contexto de emergencia por sequía, actualmente en fase II.
El pasado 13 de marzo Fisersa puso en funcionamiento la reductora de presión del Clos de Fires, que abarca también la Marca de l’Ham, Solivella y Palol. Una zona desde la que también se da servicio a los suministros en alta de Vila-Sacra, Benifallet, El Far, Riudarenes y Montclar. Cabe decir que este sector no tiene mucha población asociada, ya que se trata de una zona industrial y comercial, pero la medida permite obtener datos de interés para aplicarla en otros sectores de la ciudad. En concreto, se ha reducido la presión del agua un 38% y se ha pasado de los 6 kg/cm2 a los 3,7 kg/cm2.
En las próximas semanas se dará un paso adelante y se pondrá en funcionamiento una prueba piloto de control activo de presiones. Consistirá en la instalación de un actuador pilotado sobre la válvula reductora que permitirá establecer diferentes patrones según el tramo horario. La propuesta es incrementar la reducción de la presión por la noche, cuando el consumo tiende a cero y, si se registra, se atribuye a fugas. Por lo tanto, se reduciría este tipo de consumo no deseado. Por otro lado, la prueba será muy importante para determinar un sistema regulador de presión en caso de que se tengan que endurecer las restricciones por la sequía.
Fisersa trabaja para implantar estas medidas de ahorro en otros sectores de la ciudad ya que el sistema de reducción de la presión del agua tiene varias ventajas. En este sentido, cuanto más presión hay en la red, más agua se consume por la misma unidad de tiempo. También hay un efecto importante sobre la red de distribución del abastecimiento ya que presiones innecesarias o excesivas pueden afectar a la vida útil de las instalaciones y provocar fugas.
AGUA DE LA EDAR HASTA VILANOVA DE LA MUGA
Otra actuación que ya está en marcha es la entrega de agua de la EDAR de Figueres hasta la esclusa de Vilanova de la Muga. En este tramo se construye una tubería que permitirá aprovechar el agua saneada vertida al medio natural desde la riera de Figueres hasta la esclusa. Esto permitirá aumentar el caudal del río Muga y generar agua para abastecer la potabilizadora del término de Castelló d’Empúries. Paralelamente, también se está construyendo la tubería de 8,5 kilómetros desde Figueres hasta Pont de Molins que transportará agua saneada de la depuradora para mejorar el caudal del río y abastecer pozos y minas. Unos recursos que permitirán abastecer a Figueres como alternativa al agua que llega desde el embalse de Solivella Boadella, actualmente a sólo el 11 por ciento de su capacidad.
Todas estas actuaciones se han presentado este viernes, coincidiendo con el Día Mundial del Agua, que este año lleva por lema “Agua por la paz”. Aparte del mensaje de la jornada instaurada por las Naciones Unidas, en nuestra casa se recuerda el estado de sequía extrema en el que nos encontramos y las medidas y restricciones vigentes para hacerle frente. En este sentido, Figueres ya lleva meses trabajando con alternativas al agua de boca. Es por ello, que la limpieza de calles, alcantarillado, riego y otros usos urbanos se hace con agua no potable, ya sea freática o agua regenerada de la depuradora.