El pleno municipal del mes de abril aprobó definitivamente la modificación de los artículos 11, 27 y 32 de la Ordenanza municipal de civilidad de Girona. Ahora la normativa establece que los grupos guiados pueden ser de máximo 25 personas (más el guía), y no se podrán utilizar megáfonos ni altavoces ni ningún aparato que eleven el sonido de las explicaciones.
Además, la nueva regulación tipifica como infracción grave el incumplimiento de estas limitaciones –con multas de hasta 300 euros-, y la sanción recaería en la persona encargada de la organización de la visita.
El objetivo de la medida es mejorar la convivencia entre los vecinos y los visitantes, especialmente en zonas como el Barrio Viejo, donde hay calles estrechas y una alta afluencia de personas. Además, según apunta el consistorio, la normativa también beneficiará a los turistas, ya que “podrán tener una experiencia personalizada y de mejor calidad”.
En este sentido, la vicealcaldesa y concejala de Promoción Económica, Gemma Geis, ha destacado que la nueva regulación “responde a una demanda clara: garantizar la convivencia en el centro histórico y mejorar la experiencia de quien nos visita”. “Queremos una ciudad viva, acogedora y respetuosa para todos”, ha añadido Geis.
Para dar a conocer los cambios en la ordenanza, el consistorio ha comenzado este miércoles una campaña informativa. La difusión se hará en la Oficina de Turismo, en el Punto de Bienvenida, en la Asociación de Guías de Girona y en el apeadero de los autocares turísticos de La Copa, donde próximamente se instalará un tótem informativo.
La única excepción serán los grupos escolares guiados, que podrán llegar hasta las 30 personas, más el guía.
Desde el ayuntamiento, también han añadido que para sacar adelante el cambio normativo se ha hablado con las asociaciones de guías de Girona y el sector. Y se ha tenido en cuenta cómo se gestiona este tipo de actividad en otras ciudades “para que la acción sea equilibrada”.