La Audiencia ha condenado a 4 años de prisión al administrador de la comunidad de vecinos de Girona que se embolsó casi 83.000 euros. La sentencia, que también le impone 4.500 euros de multa, concluye que el procesado desvió dinero de la cuenta de la comunidad en beneficio propio, poniendo por excusa unas obras que nunca llegaron a hacerse. En total, entre mayo de 2017 y agosto de 2018, hizo hasta 66 extracciones. Todo el dinero que se quedó lo había ingresado CaixaBank, que tenía una oficina en los bajos del edificio (situado en la avenida Jaume I). La sentencia condena al acusado por administración desleal y falsedad documental, pero no por estafa, porque concluye que la entidad desembolsó dinero “sin la mínima prudencia exigible”.
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La Junta Local de Seguridad, celebrada hoy en la Sala de Plenos del Ayuntamiento de Lloret de Mar,…