El 6 de enero, día de reyes, la asociación de Gatos de Girona se encontró con todo lo contrario a un regalo. “Para la mayoría de gente hoy es un día alegre y festivo lleno de regalos. Para nosotros un día muy triste y a la vez lleno de rabia e impotencia ante la maldad humana”, exponían en su cuenta de Facebook. Después de un tiempo dándose cuenta de que empezaban a desaparecer gatos de la colonia de las Huertas de Santa Eugènia, ese día habían encontrado una gata muerta, con un lazo de alambre en el cuello.
Días antes ya habían encontrado una situación similar en la misma zona que, afortunadamente, tuvo un desenlace diferente. Habían encontrado otra gata con el lazo atado al cuello, pero en este caso la trampa se había roto y no había podido llevar a cabo su finalidad. La llevaron al veterinario y le quitó el alambre, luego avisaron al ayuntamiento para avisarles de la situación.

“Como ciudadanos no debemos permitir que maten animales impunemente, pondremos denuncia y pediremos que se registren los huertos uno por uno”, avisaba la asociación en las redes el día de los hechos, añadiendo que harán lo posible por encontrar a los culpables y que paguen los delitos. “Los gatos comunitarios están protegidos por la ley“, recuerdan, y hacen un llamamiento a la ciudadanía por si alguien tiene información útil para identificar a los maltratadores.
Tras la aparición de la gata asesinada, la policía está investigando los hechos. El 17 de enero la asociación informó de la instalación, por parte del ayuntamiento, de un letrero informando sobre la protección de los felinos de la colonia por parte del ayuntamiento. Está ubicado en el lugar de los hechos, recordando también que matar a los gatos es una “infracción grave” y que, al ser descubiertos los responsables de las muertes, estos se pueden enfrentar a multas de hasta 50.000 €.
