La mayoría de los marchantes que paran en Platja d’Aro no han montado el mercado este viernes y han llenado las furgonetas con pancartas de protesta.
Critican que el nuevo reglamento que ha aprobado el Ayuntamiento, y que reducirá las paradas a la mitad, “afectará de lleno a una seguidilla de familias”. “No son paradas de hierro lanzadas al vertedero, sino negocios que se irán a la calle”, dice su portavoz, Jaume Riera.
Los marchantes, que reclaman que las concesiones actuales se alarguen quince años más, han recogido firmas y han anunciado movilizaciones.
El Ayuntamiento se abre a hablar con ellos, pero también deja claro que la decisión está tomada porque se quiere apostar por un nuevo modelo, y que ninguno de los sectores que hay ahora desaparecerá.