Admite abusar de su hijo durante años en Arbúcies, pero dice que era “para jugar”

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Un padre de Arbúcies , en la Selva, ha reconocido que abusó sexualmente de su hijo cuando tenía entre cinco y siete años, pero ha añadido que lo hizo “para jugar”.

Según admitió, el hombre lamía los genitales de su hijo y él se lo tomaba “como cosquillas y reía”, añadiendo que “lo hacía para mostrarle mi cariño”.

El juicio del caso ha comenzado este martes en la sección cuarta de la Audiencia de Girona, donde la madre del pequeño ha explicado que notó que algo no iba bien cuando el menor empezó a regresar de los encuentros con su padre en un estado de inquietud. El niño acabó confesando que no quería ir con su padre porque le daba “muchos besitos, también con la lengua”, en los genitales.

La acusación particular y la Fiscalía piden para el hombre una condena de seis años de cárcel por abuso sexual continuado a su hijo, ya que “el acusado cometió estos hechos varias veces” entre los años 2017 y 2019, durante el su tiempo del régimen de visitas con el niño. La defensa, en cambio, pide su absolución porque “ no buscaba satisfacción sexual”.

El hombre reiteró durante el juicio lo que ya dijo a la madre del niño, cuando le pidió explicaciones, y al personal sanitario que atendió al niño cuando la mujer le llevó al hospital al conocer los hechos. Asegura que nunca “tuvo intención de hacer daño” al niño y que sólo lo hacía para “mostrarle cariño” y “jugar con él” . De hecho, asegura que el menor “reía” cuando lo hacía.

Insiste en que no había nada censurable en su actitud, aunque admite que tal vez, con el paso del tiempo ya medida que se hacía mayor, el niño empezó a sentirse “incómodo”. El acusado afirma que no consideró que lo que hacía fuera abuso sexual hasta que le dijeron desde Servicios Sociales y del hospital.

 

El padre tiene un trastorno de psicosis idiopática

Fuentes de la Agencia Catalana de Noticias (ACN) indican, además, que el padre del menor tiene diagnosticado un trastorno de psicosis idiopática con ideación delirante mesiánica y características de la personalidad esquizotímicas. Sin embargo, los forenses concluyen que este trastorno no afecta a sus capacidades de comprender que sus acciones eran “antinormativas”. Actualmente, el hombre no puede acercarse a su propio hijo y el juzgado de instrucción suspendió el régimen de visitas.

Por lo que se refiere al pequeño, los psicólogos que han trabajado su caso señalan que el niño explicaba los hechos con “mucha vergüenza” y que tenía secuelas compatibles con haber vivido “una experiencia traumática” , como inseguridad, confusión, ansiedad o la autoestima baja.

6 años de cárcel

La Fiscalía y la acusación particular piden una pena de seis años de cárcel para el hombre por un delito continuado de abuso sexual a menor agravado por la relación de parentesco. Además, quieren que la orden de alejamiento esté vigente otros 10 años y que el juzgado le impida ejercer la patria potestad. Una vez cumpla la pena de prisión, piden también otros 10 años de libertad vigilada y una indemnización de 6.000 euros por daños morales.

La defensa, en cambio, pide su absolución argumentando que no se cumplen los requisitos por considerarse delito porque el hombre no actuaba con “ánimo libidinoso” y “no buscaba satisfacción sexual”. Además, en caso de que se le condene, pide que se tengan en cuenta la atenuante muy calificada de dilaciones indebidas por el tiempo que el caso ha tardado en llegar a juicio y la atenuante de confesión, ya que el hombre ha reconocido los hechos desde el primer día del juicio y también lo hizo a su mujer y servicios sociales.

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