Absuelto de intentar matar a un policía en Girona por falta de pruebas

El juzgado de lo penal 1 de Girona ha absuelto a un acusado que se enfrentaba a 4 años de prisión por atacar a un policía local fuera de servicio con un cuchillo en Girona el 21 de junio de 2023. Lo acusaban de un delito de atentado contra agente de la autoridad con instrumento peligroso.

La sentencia concluye que “no se considera suficientemente acreditado” que, justo antes de que los Mossos lo detuvieran en la calle llevando el cuchillo en la mano, le dijera al agente “a mí me la suda que seas policía, te mataré a ti y a tu familiay, después, corriera hacia él esgrimiendo el arma. El juzgado subraya que la declaración del policía no tiene presunción de veracidad y que, al no haber declarado ningún otro testigo de los hechos, el procesado debe quedar absuelto.

El ministerio fiscal sostenía que, hacia las 19.30 horas del 21 de junio de 2023, el policía estaba fuera de servicio en la terraza de un bar de la plaza del Barco y vio el acusado, que parecía ir bebido, causando enredos y no haciendo caso a las indicaciones de una camarera. Fue entonces cuando decidió levantarse e identificarse como agente.

Según el relato de acusación, el procesado se enfrentó: “A mí me la suda que seas policía, te mataré a ti y a tu familia”. Entonces, la fiscalía argumentaba que el acusado sacó un cuchillo y comenzó a correr arrojando el arma hacia el policía “en posición de ataque”. Para prevenir una posible agresión, el agente cogió una silla, pero, justo en ese momento, dos hombres que “parecía que conocían” al procesado intervinieron y se lo llevaron del lugar.

Pocos minutos después, los Mossos d’Esquadra localizaron y detuvieron al sospechoso. La fiscalía le acusaba de un delito de atentado contra agente de la autoridad con uso de instrumento peligroso y solicitaba 4 años de prisión. La defensa, encabezada por el letrado Jordi Colomer, pedía la absolución.

 

No hay pruebas suficientes para condenarlo

La sentencia considera que no ha quedado “bastante acreditado” que el procesado corriera armado con el cuchillo en dirección al policía. El juzgado de lo penal 1 de Girona expone que en el juicio, y respondiendo a las preguntas de su abogado, el acusado dijo que el día de los hechos iba “totalmente alcoholizado”, que está “enterrado” en las drogas desde 2004 y que no recordaba “nada” hasta que fue al juzgado, ya después de la detención.

El policía local que estaba fuera de servicio relató los hechos tal y como los recogía la fiscalía y aseguró que había pasado “miedo”. También remarcó que se identificó como policía, tanto verbalmente como enseñando la credencial. Los Mossos que detuvieron al sospechoso explicaron que lo localizaron “llamando solo y con el cuchillo en la mano en medio de la calle”.

La sentencia expone, sin embargo, que más allá del relato del policía fuera de servicio, no ha habido ningún otro testimonio del momento de los hechos que haya declarado al jurado. “La declaración de los agentes de la autoridad no goza de presunción de veracidad, sino que su testimonio debe calibrarse a través del filtro con el que se examina la declaración de cualquier testigo”, argumenta el juzgado.

“Es cierto que el acusado portaba un arma cuando fue detenido, pero los agentes que lo detuvieron no presenciaron lo que pasó en el bar”, arguye la sentencia que remarca que quien sí lo vio fueron al menos, la camarera del establecimiento, otros clientes del bar y los hombres que intervinieron para llevarse al sospechoso. La cuestión es que “no han sido aportados como prueba de cargo“. “Prescindiendo de estos medios de prueba, no es posible encontrar indicios sólidos que permitan considerar acreditados los hechos más allá de toda duda razonable”, concluye la sentencia.

El juzgado de lo penal resuelve que “todo ello no quiere decir que los hechos no hayan pasado tal y como se han denunciado, sino que la prueba de cargo practicada no permite llegar a una convicción segura y cierta sobre lo que realmente pasó”. Así, la sentencia da la razón a los argumentos esgrimidos por el letrado de la defensa y absuelve al acusado.