Los VTC urbanos en Barcelona están condenados a desaparecer por la nueva ley del taxi

El Gobierno calcula que 600 licencias urbanas decaerán con la entrada en vigor de la ley, pero han explicado que será una "transición suave"

ACN
16 de septiembre de 2025 a las 18:16h

La nueva ley del taxi prevé la eliminación de las VTC urbanas del millar que hay actualmente en el AMB a medida que les vaya caducando la licencia y la creación de una nueva categoría de VTC llamada de ''Alta Disposición' que agrupará la actividad de las VTC tradicionales, con una precontratación de dos horas y un servicio de al menos una hora de duración. La Generalitat calcula que 600 licencias urbanas decaerán con la entrada en vigor de la ley, aunque la intención es hacer una "transición suave", y 300 más podrán seguir operando un tiempo más en cumplimiento de sentencias judiciales hasta que también expiren las licencias. El nuevo texto también incluye una plataforma de datos que mediante la geolocalización controlará que taxis y VTC no cometan irregularidades.

Los trabajos para elaborar una nueva ley de transporte de personas en vehículos de hasta 9 plazas para acabar con la conflictividad del taxi y de las VTC se remontan a 2019, cuando el Departamento de Territorio estaba en manos de Junts, y han continuado con los gobiernos de ERC y ahora PSC. El contenido del documento, que aún puede sufrir algunas modificaciones, se ha trasladado este martes por la tarde a los representantes del sector del taxi con motivo de la reunión del Consejo del Taxi.

Actualmente, en Barcelona y su área metropolitana hay 10.500 licencias de taxi y 990 de VTC urbanas, mientras que en Cataluña la cifra de taxis se eleva hasta las 15.000 y la de VTC hasta los 4.074, que cubren viajes interurbanos. Con la nueva ley, los taxis continuarán pudiendo ofrecer trayectos interurbanos, pero las VTC no podrán cubrir trayectos con origen y destino en el AMB.

Una de las novedades será la creación de nuevas categorías para clasificar y distinguir mejor la actividad de las VTC tradicionales y las de plataforma, que prestan servicio para Uber, Cabify o Bolt. También hay un apartado para las limusinas, que hasta ahora no disponían de un marco legal aunque tienen un servicio tan específico que no entran en conflicto con el taxi.

Los vehículos de Alta Disposición ofrecerán un transporte discrecional y son las conocidas como las VTC tradicionales. Habrá que hacer la precontratación con dos horas de antelación y está pensado para servir a empresas o atender ceremonias, entre otros. El vehículo, además, deberá estar disponible al menos una hora para el cliente que ha hecho la contratación y mantendrá la prohibición de captar clientes en la calle. Como cada año, disfrutarán de permisos especiales ante grandes eventos como el Mobile World Congress.

En cuanto a los vehículos VTC que prestan servicios urbanos o dentro del AMB, no podrán continuar desarrollando esta actividad, que quedará sólo delimitada a trayectos interurbanos. Por ejemplo, se podrá contratar un trayecto de Barcelona a Sabadell pero no de Barcelona al aeropuerto del Prat con una precontratación de 10 minutos. Fuentes del Departamento de Territorio han explicado que la ley prevé que las VTC actúen como servicio complementario del taxi, que es considerado un servicio estructural y básico  y que a su vez actúa como complemento del transporte público.

El régimen tarifario del taxi estará fijado por las administraciones competentes, el IMET en el caso de Barcelona. Como hasta ahora, las entidades locales seguirán estableciendo las paradas, el régimen de turnos y días de descanso y vacaciones, cómo se deben identificar los vehículos y, en definitiva, las normas básicas para los conductores. También tendrán la potestad para establecer la obligatoriedad del servicio en casos de emergencia.

Con esta ley, el sector del taxi sale reforzado aunque deberá cumplir una serie de obligaciones como garantizar el servicio en condiciones de igualdad, no discriminación, calidad y seguridad. De este modo, los taxistas no podrán rechazar servicios ni cancelarlos para optar por otro que les reporte una carrera más larga. De hecho, sólo se podrá rechazar un servicio si está "suficientemente justificado". Los dispositivos que incorporará cada vehículo servirán para asegurar que cada conductor presta el servicio sin cometer ninguna irregularidad.

Esta plataforma de datos podría estar operativa a finales de 2026 y mientras tanto los controles a las VTC se seguirán haciendo como ahora a través de la policía comprobando la documentación.

Aumento de licencias de taxi

Otra de las características de la plataforma de datos que controlará la actividad de taxis y VTC es que permitirá identificar los casos de demanda insatisfecha. Ante la progresiva supresión de las licencias urbanas de VTC, si se detecta que hay una falta de oferta la ley prevé la creación de nuevas licencias a través de un concurso público.

De momento, desde el Departamento de Territorio no tienen calculado cuántas nuevas licencias de taxi habría que habilitar teniendo en cuenta que unos cuantos centenares de licencias VTC dejarán de estar operativas y que las 10.500 del taxi se concedieron hace muchos años y no se han actualizado, a pesar del incremento de población.

Fuentes de la Generalitat han expresado su intención de hacer una "transición suave y no causar una disrupción de un día para otro" y han añadido que con la nueva ley el modelo se encaminará hacia la contratación del servicio a través de una app que le acabará enviando un taxi o una VTC en función del tipo de trayecto.

Por otra parte, el texto también incorpora instrumentos para obligar a tener conocimiento del catalán con la obtención, como mínimo, del B1. Según el Gobierno, al tratarse de un servicio público es necesario garantizar que los conductores deben poder comunicarse en catalán con los clientes.

En cuanto al trámite parlamentario, fuentes de Territorio han declinado detallar cuándo se entraría el texto en la cámara catalana aunque precisan que quieren hacerlo rápido.