El Ayuntamiento ha implantado una nueva iniciativa en defensa de la sostenibilidad y la reducción de la generación de residuos, con el objetivo de conseguir la neutralidad climática y la transición hacia un modelo de ciudad sostenible. Cerca de 300 trabajadores y trabajadoras de seis edificios municipales han retirado sus papeleras individuales y se están adaptando a un nuevo hábito de gestión de los residuos. Ahora, deben tirarlos a unos puntos de reciclaje fijos, instalados en unas ubicaciones concretas de cada edificio.
Se podrá separar el rechazo, los envases y la orgánica. En cuanto a la segregación del papel, ya hace tiempo que se está llevando a cabo. Se considera rechazo los bolígrafos, clips, las etiquetas adhesivas, las chinchetas, los encendedores o las gomas de borrar. Los envases incluyen el plástico, las latas, las cajas metálicas o de madera, las bandejas de porexpan, el papel de plata o papel film. Al contenedor de la orgánica, se pueden tirar restos de comida o filtros de café. El objetivo es que el personal municipal contribuya a implantar un modelo de consumo basado en una generación menor de residuos con un menor consumo. Este es un paso más en el proceso de conseguir una administración pública más comprometida, responsable y coherente con los objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas, la Agenda Urbana y la Estrategia Viladecans 2030.
La retirada de papeleras individuales y la instalación de puntos de recogida selectiva en los edificios municipales se enmarca dentro del Proyecto Ecohábitos, iniciado en 2022 con una prueba piloto en las oficinas de Espacio Público. La inspección detectó que las papeleras de debajo de los escritorios eran como pequeños vertederos donde se tiraba de todo. Se decidió retirarlas y ubicar puntos de reciclaje en zonas de paso frecuentes para facilitar el desplazamiento de los trabajadores y que cogieran el hábito de reciclar. La iniciativa tuvo buena acogida y desde entonces, se ha ido desplegando de forma progresiva en las dependencias de Can Modolell, la Torre-roja, la Torre del Baró, la calle de las Sitges, la masía de Can Palmer y Viladecans Información. Después del verano, se irán sumando más edificios hasta finales de año.
La colocación de estos puntos de recogida selectiva, a su vez, busca instaurar un ejemplo de reciclaje entre la ciudadanía, apuntando al cambio en los hábitos individuales y cotidianos para luchar contra la urgencia climática. Según datos de 2021, en Viladecans el porcentaje de reciclaje de los desechos que se tiran a los contenedores era del 36,67%, muy lejos del 65% exigido por la Unión Europea de cara a 2035. Con esta finalidad, se han llevado a cabo otras acciones dentro del proyecto Ecohábitos para fomentar el reciclaje.
Acciones del Proyecto Ecohábitos
Durante el curso escolar pasado, el Ayuntamiento implicó a los y las estudiantes de primaria y secundaria a hacer cada día una buena práctica en familia a través del reto “21 ecohábitos para ponernos en marcha hacia el 2030”. Se repartieron en los centros educativos unos cuadernos de acciones para hacer durante 21 días, que es el tiempo que se necesita para modificar un hábito. Se buscaba conseguir la reducción de los residuos que se tiran al contenedor gris, promoviendo la separación selectiva en casa y el uso de 'las mini deixalleries’. También se animaba a comprar productos sin embalaje, se invitaba a reducir el desperdicio alimentario o la compra de productos de un solo uso y se empujaba a reducir la generación de residuos a partir de la reparación y la reutilización.
Completar el reto tenía premio: un envoltorio reutilizable para el bocadillo. La iniciativa tuvo buena acogida y durante el primer trimestre de este nuevo curso escolar se volverá a llevar a cabo. Al resto de la ciudadanía también se le propuso este reto durante Navidad, con el lanzamiento de la campaña “Practica los ecohábitos”.