Más de 150 familias celebraron la bienvenida a los bebés nacidos durante el año 2022 en Viladecans, en una nueva edición del acto popular anual que los homenajea y los acoge como nuevos ciudadanos y ciudadanas. Esta ha sido la undécima convocatoria, que ya se ha convertido en toda una tradición en el municipio y entre las familias locales, ya que hay quienes repiten fiesta con sus segundos hijos.
Este año, la celebración ha tenido lugar en la plaza del Escultismo, justo delante del edificio histórico Torre-roja. Durante la jornada, más de un centenar de familias han ayudado a plantar un árbol por cada mes del año –para que crezcan como sus niños– y han dejado colgados sus deseos de felicidad para los pequeños y pequeñas.
Los árboles plantados han sido de tres especies diferentes: seis encinas, tres robles y tres fresnos. Estas especies de árboles autóctonos representan los paisajes que conforman nuestro país, así como la biodiversidad que hay en Viladecans, pero también tienen un significado muy especial para otras culturas. La encina simboliza la longevidad y la solidez; el roble, la fuerza y la justicia, y el fresno, la inmortalidad y la fecundidad en tiempos de los griegos.
Nil y Lucía, los nombres más puestos
Con los nacimientos a la baja en España, en Viladecans también se sigue esta tendencia y nunca antes en el último medio siglo había habido tan pocos. De los 416 bebés, el 53 % eran niñas (219) y el 47 %, niños (197). En total, recibieron 276 nombres diferentes.
El ligero crecimiento de nacimientos locales en el año 2021 contrasta con los datos de este año, ya que en los últimos 50 años no habían nacido tan pocos niños como en 2022. Los nombres más comunes son Nil y Lucía, que se han puesto a los niños hasta siete veces. Les siguen María y Martina con seis, mientras que conocemos cuatro nuevas Paula y Sofía. En el caso del sexo masculino, después de Nil están empatados los nombres de Aleix, Luca, Leo y Mateo, repetidos cada uno cuatro veces.
Los actos de bienvenida a los bebés tienen como finalidad simbólica la acogida, por parte de la ciudad de nacimiento, de los niños que, desde el inicio de su vida, ya forman parte de la comunidad que celebra su llegada.
