En el vídeo que ha grabado un vecino de la Guineueta, en el distrito Barcelonés de Nou Barris, publicado en el perfil de Instagram @rescatembarcelona, se puede ver a un hombre, notoriamente deteriorado, intentando inyectarse su dosis, supuestamente de heroína, con una jeringa.
La cosa no pasaría de aquí si el acto no fuera a plena luz del día y en un parque donde juegan los niños. Desgraciadamente, este tipo de personas marginales no suelen recoger sus jeringas y depositarlas en puntos seguros, sino que se encuentran a menudo esparcidas por el parque, con el riesgo que esto conlleva.
Escenas como esta, que se solían ver a menudo en los años 80, vuelven a ser frecuentes en nuestras ciudades. Aunque tienen el recurso de las narcosalas y los espacios de venopunción, muchas de estas personas prefieren ir por libre y una vez conseguida la dosis, se la inyectan en el primer lugar que encuentran.