Este pasado verano, mientras las calles de la ciudad de Terrassa estaban totalmente desiertas, en el estudio de radio de la asociación La Víbria Intercultural se comenzaba a dar forma a un proyecto sonoro que se presentó oficialmente durante la primera edición del Mental Fest. Hablamos del pódcast 'La Flama', un pódcast creado por el programa 'Ocell de foc volant' que tiene el objetivo de luchar contra el estigma en la salud mental. Según Maika Farriols, coordinadora de Ocell de foc volant de Terrassa el objetivo de este proyecto pasaba por “crear un espacio de expresión para personas que habían sufrido malestar emocional o un trastorno mental”.
Cada episodio tiene a un o una protagonista que expone su experiencia de malestar emocional o habla abiertamente de su trastorno de salud mental. Todos los jóvenes participantes visibilizan y expresan sin tabús su historia de superación, de manera que sus voces son una potentísima herramienta informativa, de divulgación y de sensibilización. Son voces contra el estigma.
Tres de las personas que han hecho posible este proyecto son Ivet, Judith y Xavi. Tres jóvenes que si bien tienen una historia muy diferente, comparten algo en común: su valentía y su activismo en salud mental. Los tres guardan una experiencia positiva de su contribución al pódcast 'La Flama' y, aseguran, que espacios como estos "son iniciativas súper necesarias que pueden concienciar y ayudar a muchas personas, independientemente de su estado de salud mental".
@mi.mundo.autista es la cuenta de Instagram de Judith. Una plataforma que utiliza para divulgar y concienciar sobre el Trastorno del Espectro Autista (TEA). A través de ilustraciones e infografías elaboradas por ella misma desmiente algunos de los principales mitos asociados a la gente que padece TEA, además de compartir su manera de ver el mundo y explicar de forma sencilla qué supone ser una persona con TEA. "Inspirada por otras mujeres con TEA y que son activistas me dije a mi misma que tenia que dar mi testimonio para poder ayudar a otras personas. No quería esconderme más, quise revelarme y dar visibilidad a esta realidad", afirma Judith.
Una realidad que aún está más invisibilizada en las mujeres. Tal y como apunta la asociación Confederación Autismo España, tradicionalmente, se ha considerado el TEA como un trastorno mayoritariamente masculino, hecho que ha comportado que a menudo, las mujeres no reciban el diagnóstico de TEA, o esta confirmación se retrase mucho más que en el caso de los hombres. A pesar de que el conocimiento sobre este trastorno ha incrementado considerablemente en los últimos años, en cuanto a los casos de niñas y mujeres con TEA aún hay grandes incógnitas. Hay poca información contrastada sobre su realidad y, este hecho, aumenta el riesgo de que sus necesidades sean menospreciadas a la hora de diseñar políticas de igualdad y derechos de las mujeres.
El caso de Judith, confirma la regla, y es que su diagnóstico tardó 21 años en llegar, a pesar de que desde que era pequeña, el profesorado admitía que "tenía alguna cosa" y ella sentía que no encajaba en este mundo. Un diagnóstico que si hubiera llegado antes, la misma Judith reconoce que "le habría ayudado a desarrollar estrategias y a entenderse mejor". En este sentido, Xavi, quien ha convivido y convive con la ansiedad, también asegura que "el momento de recibir un diagnóstico claro fue un punto de luz para poder empezar a trabajar sobre cosas sólidas y reales que hasta entonces no sabía qué eran".
Si bien la realidad de mujeres con TEA ha estado y está muy invisibilizada, hasta hace poco, cuando hablábamos de un buen estado de salud nos referíamos a la salud física, obviando la salud mental. Verbalizar que pasabas por un momento de malestar emocional era tabú. Un tabú social que Ivet también experimentó. "Empecé a tener principios de ansiedad y depresión cuando trabajaba en Mercadona. En el momento que le verbalicé a mi jefe que no estaba bien, él me dijo que lo que yo necesitaba era coger una botella de vino y tomarme la tarde libre. No se entendía que yo, al no tener hijos a cargo mío y una hipoteca a pagar, fuera quien dejara el trabajo", explica Ivet.
Ivet sufrió un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) que desencadenó en una depresión que la aisló por completo de su entorno más cercano. A pesar de tener que luchar contra ella misma y su autoexigencia, vio que su salud estaba en juego, decidió detener su vida: dejarlo todo y dedicarse únicamente a ella misma. Una etapa en la que además de curarse descubrió su principal herramienta terapéutica: la literatura.
'El gran universo de la pequeña Ivet' es una recopilación de escritos elaborados durante su etapa de sanación. Una escritura que empezó como una forma de expresión y de "vaciar todo lo que llevaba dentro". Posteriormente, se dio cuenta de que este conjunto de textos los podía agrupar en 8 capítulos, dando luz a un libro muy personal, reflexivo y pasional en el que "habla de su familia, de dónde viene, de su origen y de sus historias personales y amorosas que le han hecho ser quien es hoy en día". Asimismo, también hay un capítulo que va dedicado a su experiencia como superviviente de depresión. Un relato que, tal y como afirma "no es desde la culpa, sino desde la sanación;".
A pesar de que sigue siendo necesario reivindicar la importancia de la salud mental, su estigma, va quedando, poco a poco, más erradicado. Aún queda camino por recorrer, pero tal y como afirman Ivet, Judith y Xavi "vamos por el buen camino". La Empatía y entender que sufrir un trastorno mental no se elige ni es cuestión de voluntad es clave para avanzar como sociedad. Hablar de ello y dar visibilidad, también. "Hablo abiertamente de la salud mental desde el día que me diagnostican el primer trastorno", afirma Xavi.
Y es precisamente el hecho de expresar y verbalizar lo que rompe el estigma en salud mental. Una verbalización de aquello que nos pasa en el ámbito emocional que, tal y como reivindica Ivet, nos hace más fuertes. "Pensamos que nos hace vulnerables exponer nuestros miedos, pero es lo contrario. Cuando somos capaces verbalizar nuestras inseguridades y expresar lo que nos pasa, nos hacemos más seguros y fuertes", expresa.
La puesta en marcha del proyecto ideado por Ocell de foc volant ha tenido una muy buena acogida, hasta el punto de que desde presidencia de la Generalitat de Catalunya se han interesado en el pódcast. "Le daremos continuidad el próximo 2024, ahora estamos en proceso de buscar nuevas experiencias", asegura Maika Farriols.
