Los vecinos del barrio de Gràcia de Barcelona han acelerado los trabajos para terminar los adornos de las calles de cara a su fiesta mayor, que comenzará el próximo 15 de agosto. A pleno sol y con pocas manos, las comisiones trabajan a contrarreloj para acabar unas decoraciones que les han llevado, en algunos casos, más de un año de trabajo. En esta edición, habrá 23 calles adornadas, cuyos premios se entregarán el día 19 de agosto.
La presidenta de la Fundació Festa Major de Gràcia, Lina López, ha expresado que encaran la festividad con “ilusión”, pero ha lamentado la falta de voluntarios. "Mucha gente que ha venido a vivir aquí no entiende que hay un grupo de personas que trabajan todo el año para que Gràcia sea diferente", ha remarcado.
López ha explicado que los vecinos de Gràcia suelen salir a preparar los adornos de las calles a principios de julio, aunque sólo tienen la licencia para ocupar el espacio público los dos últimos fines de semana del mes. Hasta ahora, nunca habían tenido ningún problema, pero este año la Guardia Urbana les vino a avisar después de que un grupo de vecinos se quejara.

La presidenta de la Fundació Festa Major de Gràcia ha indicado que hablaron con la concejala del distrito y que ésta les aseguró que por una normativa "no escrita" sí que podían estar en las aceras adornando las calles. López ha asegurado que las quejas venían de personas que se han mudado recientemente a Gràcia, y que no "conocen la tradición".
"Son personas que han decidido venir a vivir a Gràcia porque es un barrio con una vida cultural muy rica, pero que no entienden que detrás de esto hay gente que trabaja todo el año para garantizar que el barrio sea diferente", ha criticado López, que ha hecho un llamamiento a que estos nuevos vecinos se unan al “talante” de hacer comunidad en la calle.

Como miembro de la Comisión de la Calle Lluís Vives, López ha dicho que encaran la fiesta mayor con "mucha ilusión", pero ha lamentado que hay "muy poca gente trabajando". "Hemos tenido bastantes problemas porque mucha gente que vivía en el barrio ha tenido que marcharse fuera por los precios del alquiler. Ahora vienen a adornar la calle, pero no viven aquí", ha denunciado la presidenta.
De hecho, precisamente la especulación en la vivienda es lo que centra la decoración de esta calle, la Lluís Vives. La presidenta ha explicado que decorarán la vía con un tema universal, basado en el cuento infantil de 'Los tres cerditos', pero que lo modularán para darle un toque crítico. "Queremos reivindicar la importancia de que la gente se quede en el barrio y que continúen las tradiciones", ha apuntado.

También ha compartido este punto de vista Laia Miller, de la Comisión de la Calle Tordera, que ha hecho un llamamiento a "adaptar" la fiesta mayor a los nuevos tiempos. "No es la fiesta de vecindad que tenían nuestros padres, pero continuamos buscando esta vecindad, e intentamos que las actividades estén arraigadas a los vecinos", ha subrayado.
Su calle, según ha detallado, emula una colmena para reivindicar "la sociedad de las abejas", que es "muy constructiva y colaborativa". "Para nosotros la fiesta mayor es esto. Hacer barrio y desembarcar en la calle, una tarea que no es fácil, porque le dedicamos horas, y, muchos de nosotros, le dedicamos las vacaciones enteras. No todo el mundo está dispuesto a hacer esta renuncia", ha añadido.

Unas calles más abajo, en Fraternitat, los vecinos preparan con ilusión unos decorados centrados en las cuatro estaciones del año. Geli y Alícia, voluntarias de esta vía, han explicado que los últimos días siempre hay un cierto "desasosiego", pero que al final, siempre "acaba saliendo todo bien". Sí que han expresado, sin embargo, que el calor dificulta los trabajos. "Los sombreros y el agua son nuestros mejores aliados", han afirmado.

Una edición con 23 calles engalanadas
En concreto, son 23 las calles y plazas del barrio que competirán por el mejor adorno en la fiesta mayor de este año. Las temáticas de las vías van desde homenajes a los 'Beatles', Star Wars y la cultura hawaiana, hasta críticas por el encarecimiento de la vivienda o la crisis climática. La edición de este año también rendirá homenaje a la historia local y por eso la calle Fraternitat y la plaza de la Vila recibirán una placa conmemorativa por sus más de cien años de participación.
