El gerente del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, Vicenç Martínez Ibáñez, ha negado este miércoles por la tarde que se hayan "manipulado" las listas de espera de la cirugía cardíaca durante las épocas de recortes presupuestarios de la Generalitat, lo que habría provocado, según denunció el ex jefe de servicio de cirugía cardíaca, que algunos pacientes murieran mientras esperaban ser operados. En una comparecencia pública rodeado de buena parte del servicio de cirugía cardíaca, Martínez Ibáñez ha querido desmentir las "falsas explicaciones", que ha calificado de "penosas por inauditas", y ha agradecido "el esfuerzo y profesionalidad" de todo el personal sanitario, además de ofrecer "máxima transparencia y colaboración" a la justicia, que ha ordenado investigar varias muertes de pacientes.
La Audiencia de Barcelona ha ordenado que se investigue si diez pacientes en lista de espera de la unidad de cardiología del Hospital de la Vall d'Hebron murieron por la incidencia de los recortes en las listas de espera. Se trata de pacientes que esperaban ser operados urgentemente pero las intervenciones no se acabaron haciendo al pasar de las quince semanales a tres, según denunció en su momento el ex jefe del servicio de cirugía cardiovascular del centro, Manuel Galiñanes, que primero lo puso en conocimiento de la fiscalía, que archivó las diligencias tras recibir un informe del Instituto Catalán de la Salud (ICS) negando las irregularidades, y posteriormente al Juzgado de Instrucción número 27 de Barcelona, que también rechazó investigar el caso. El recurso de su abogado, José Sánchez Moreno, a la Audiencia, sin embargo, ha prosperado y el tribunal quiere comprobar si existieron "varios delitos de homicidio por omisión o por imprudencia". "La priorización de casos rutinarios o convencionales, preferentes y urgentes la hacen los profesionales, que son los que más saben", ha dicho Martínez Ibáñez. Sobre los casos investigados, ha dicho que son ocho y no diez, que dos de ellos eran los primeros de la lista de espera y que, de los otros seis, ninguno estaba fuera del plazo máximo garantizado, alguno murió porque no quería operarse, otros no estaban en lista de espera, otro murió por un ictus y la familia no avisó al hospital, otro tenía cáncer y otros se vieron afectados por una neoplasia en el pulmón mientras esperaban ser intervenidos. "Alguno era previsible que pudiera morir", ha dicho el actual jefe de servicio de cirugía cardíaca, Albert Igual. Martínez Ibáñez ha explicado que "lamentablemente siempre hay muertes en las listas de espera de todos los hospitales y de todas las especialidades". Según él, el Vall d'Hebron tiene una tasa de un 0,27% pacientes muertos mientras estaban en lista de espera, bastante por debajo del 0,43% que se considera excelente. "Cumplimos todos los períodos de garantía y en todas las auditorías obtenemos resultados excelentes", ha añadido. En todo caso, ha dicho que el hospital es "excelente" pero tiende a mejorar aún más, y ha agradecido al Departamento de Salud el nuevo plan de choque contra las listas de espera y el apoyo de la junta facultativa a los servicios de cardiología y a la institución. Anna Ochoa, directora asistencial, ha asegurado que el centro no ha dejado de hacer actividad. "La actividad media de cirugía cardíaca es de 15 operaciones a la semana", y sólo se reduce en épocas de vacaciones de verano, Navidad y Semana Santa, "como se hace en todos los hospitales, es normal y no depende de los recortes", ha explicado. Aún así, siempre se preservan las urgencias y sólo se reprograman aquellas intervenciones que "pueden esperar". Así, ha admitido que "crecieron las listas de espera de cosas que podían esperar, pero nunca se ha dejado de operar un cáncer o el corazón, ni ninguna actividad médica donde el paciente estuviera en riesgo", ha reafirmado. Respecto a Galiñanes, Martínez ha explicado que los jefes de servicio son evaluados cada cuatro años para poder seguir en el cargo. Cuando comenzó el proceso para evaluarlo se presentó, pero más tarde se retiró y, aunque fue avisado, no siguió el proceso de evaluación, lo que hizo que fuera relevado como jefe, y ahora es adjunto.
El abogado de Galiñanes dice que hay que esperar la investigación judicial Por su parte, el abogado del ex jefe del servicio de cirugía cardiovascular de la Vall d'Hebron Manuel Galiñanes se ha mostrado "satisfecho entre comillas" en declaraciones a la ACN por la decisión de la Audiencia de Barcelona de ordenar que se investigue si la muerte de diez pacientes tuvo que ver con el alargamiento de las listas de espera como consecuencia de los recortes presupuestarios. "Satisfecho entre comillas" porque el asunto es "bastante grave" y porque tampoco beneficiará, a juicio del abogado, el litigio paralelo que Galiñanes tiene abierto por su despido. En todo caso, sobre la reacción de Vall d'Hebron en torno a la decisión de la Audiencia de Barcelona, el abogado José Sánchez ha explicado que lo que hace el hospital es lo que dicta la lógica, que es "defenderse". En todo caso, sin embargo, ha añadido que "lo importante" no es ni la postura de su cliente, ni la del hospital, sino la interlocutoria de la Audiencia que insta a investigar el caso en oposición a las conclusiones a las que habían llegado tanto el juzgado de instrucción donde se presentó la denuncia en primera instancia como la fiscalía. Es por ello que el abogado afirma que ahora habrá que esperar a ver si la investigación judicial eleva a delito los "indicios" que se han detectado en la interlocutoria -entre los cuales los correos electrónicos que Galiñanes envió a la gerencia de Vall d'Hebron desde 2015 advirtiendo que con el plan diseñado no se podía garantizar la calidad de la asistencia.
