Un estudio internacional elaborado por la Universidad de Stanford, la Universidad de Illinois y el Vall d'Hebron Institut d'Oncologia (VHIO) ha desarrollado y validado una tecnología capaz de identificar alteraciones genéticas inductoras del cáncer, conocidas como 'drivers'.
La investigación, publicada en la revista 'Cell reports', se ha basado en la realización de un 'screening computacional' con el objetivo de identificar las amplificaciones en el número de copias genéticas que podían estar relacionadas con la oncogénesis. Este analizó la frecuencia de aparición de estas alteraciones y las correlacionó con los cambios de expresión de los genes.
Los autores de la investigación explican que las células tumorales requieren una o diversas alteraciones en su ADN que provocan su división y proliferación incontrolada, que son las llamadas 'drivers'. Algunas de estas alteraciones consisten en un incremento en ciertas regiones del genoma del número de copias de ADN.
Precisamente, por el hecho de que estas regiones pueden ser muy amplias, en muchos casos no se conoce cuál es el gen que actúa como 'driver' dentro de esta región que puede derivar en el desarrollo de un cáncer.
Así, según han explicado los autores del estudio, los investigadores provocaron amplificaciones del número de copias marcadas con un código de barras mediante la infección de cADN por lentivirus. Posteriormente, dejaron crecer los organoides y se secuenciaron para cuantificar las poblaciones de genes marcados. Cuantas más copias, más probabilidades de que este gen sea efectivamente un 'driver'.
Con la aproximación computacional, el estudio permitió reducir el número de genes candidatos a ser 'drivers' oncogénicos a unos 1.000. Entre estos, un subconjunto de 393 genes candidatos se validaron en organoides de ratón y humanos de cáncer de esófago, cavidad oral, colon, estómago, páncreas y pulmón.
Así, según los investigadores, los resultados del estudio validan el uso de esta técnica y confirman la identificación de dos nuevos 'drivers' en el cáncer de esófago y en el cáncer de la cavidad oral.
"Utilizando este sistema de códigos de barras y lentivirus pudimos identificar varios oncogenes ya conocidos como CDK4 y CDK6 o KRAS en estos tipos de cáncer validando la nueva metodología" explica el doctor José Antonio Seoane, jefe del grupo de biología computacional de la Universidad de Illinois.