Ciudad Meridiana fue escenario la noche del jueves del desalojo de una familia, uno de los cuales era lactante según informaciones de Beteve. En el inmueble situado en la calle Rasos de Peguera número 93 se reunieron un grupo de manifestantes en favor de la vivienda digna para defender a la familia y detener el desalojo.
Según informó la familia, ni el abogado de oficio de la familia, ni el juez les notificaron el desalojo. La mujer de la familia se había ido por la mañana a trabajar y cuando volvió a su casa, se encontró con que la cerradura había sido cambiada. Cuando intentó ocupar el piso de nuevo una alarma instalada por la empresa de vivienda saltó, y esto hizo que los Mossos se personaran en el inmueble.
Fue entonces cuando comenzó el desalojo y cuando se produjeron escenas de tensión entre manifestantes y policía. Finalmente, los servicios sociales del Ayuntamiento preguntaron si la familia tenía familiares que les pudieran acoger y al responder negativamente, las personas desalojadas han acabado durmiendo en un albergue.