Una casa okupa pide ayuda al Papa Francisco para evitar el desalojo

22 de octubre de 2020 a las 11:23h

Tres entidades vecinales del barrio de Vallvidrera y las personas que ocuparon la Casa Buenos Aires en marzo de 2019 han enviado una carta al Papa Francisco pidiéndole que interceda para detener el desalojo del inmueble que es propiedad de la Congregación religiosa Padres Paúles.

Según ha explicado el diario La Directa, la Asociación de Vecinos del Mont d'Orsà – Vallvidrera, la Asociación de Vecinos y Vecinas de Santa Maria de Vallvidrera y Mas Sauró, la Asociación de Vecinos el Sanatorio – Rectoret y el grupo de apoyo a la Casa Buenos Aires requieren "la intermediación de la Santa Sede para conocer la posición de la Congregación de la Misión de San Vicente de Paúl, ya que en ningún momento ha sido posible el diálogo, a pesar de haberse intentado en diferentes ocasiones durante los últimos años".

La carta, enviada por vía electrónica y ordinaria al Vaticano el 13 de octubre, explica a la Santa Sede que la Casa Buenos Aires es hoy en día "un lugar de encuentro intergeneracional y un activo imprescindible de Vallvidrera, ya que alberga otros colectivos que no disponen de un equipamiento público para llevar a cabo su actividad". Al mismo tiempo, recuerdan al Papa Francisco que en el año 2017 se propuso que el inmueble pasara a ser un hogar para personas de edad avanzada y que esta oferta fue rechazada por los Padres Paúles.

Según indican desde la Casa Buenos Aires, la Congregación religiosa de los Padres Paúles firmó hace más de un año un contrato de compraventa con la empresa London Private Company SL por casi tres millones de euros. La voluntad de la firma era convertir la casa en un hotel de lujo, aunque desde el barrio se estaba utilizando el inmueble para dinamizar el tejido social y juvenil de Vallvidrera. Es por este motivo que el Ayuntamiento de Barcelona acabó intercediendo en la disputa y aseguró que expropiaría el inmueble a los Padres Paúles.

Finalmente, sin embargo, los juzgados comunicaron el 28 de septiembre la orden de desalojo, lo cual sorprendió a los integrantes de la casa por la posición del Ayuntamiento de Barcelona e hizo aflorar sospechas de las verdaderas intenciones del consistorio. Unas 250 pararon el primer intento de acabar con el proyecto. El pasado 14 de octubre los Mossos d'Esquadra intentaron desalojar la casa enviando una veintena de furgones de madrugada. A pesar de esto los integrantes del inmueble y una importante representación del vecindario de Vallvidrera consiguieron evitar el desalojo.

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