El proyecto de Esquerra Republicana Sabadell "El sur mola" propone rehabilitar el Mercado de Campoamor, transformar la plaza Picasso en un refugio climático y enlazarlos con un paseo actuando en la calle Feijóo y en el espacio entre el CAP Sur y el mercado. Los republicanos se comprometen a iniciar la intervención el próximo mandato y a destinar un presupuesto aproximado de 17,1 millones de euros en cinco años.
Este es el importe resultante de sumar los 12,6 millones del mercado, los 2,6 del paseo, los 363.000 euros de la plaza Picasso y los 1,6 millones de honorarios y otros gastos. El sur mola forma parte del programa Transformemos Sabadell, que agrupa las acciones principales que los republicanos proponen para el próximo mandato, cada una de las cuales se muestra en un vídeo. El alcaldable Gabriel Fernàndez ha presentado la propuesta ante el Mercado de Campoamor con los concejales y candidatos Francisca Maya, Popi, y Raül Garcia Barroso.
Los barrios del sur se lo merecen
El alcaldable republicano, Gabriel Fernàndez, «el alcalde de la gente», ha dicho: «El Gobierno de Transformación 2015-2019 lo tenía claro y consiguió la financiación europea para sacarlo adelante: hay que dinamizar esta zona (el comercio de proximidad, el autoempleo, la convivencia, la calidad de vida) creando un nuevo polo de atracción de actividad, de centralidad. El Mercado de Campoamor no debe derribarse: debe rehabilitarse con la inversión necesaria porque los vecinos de los barrios del sur lo necesitan y se lo merecen.
Nuestro proyecto ‘El sur mola’ nace de los mismos vecinos del sur como nuestro concejal y candidato Raül Garcia Barroso, y no sólo reforma el mercado, sino que también transforma la plaza Picasso, uno de los grandes foros de la zona, en un refugio climático ante la emergencia que afecta al planeta, una iniciativa que extenderemos al resto de la ciudad, y, además, conecta los dos espacios con un paseo que los entrelaza, también, con el CAP y con el centro cívico Rogelio Soto. Somos del sur, conocemos el sur, creemos en el sur, amamos el sur y transformaremos el sur».
Fernàndez ha añadido: «La lucha de los comerciantes y de los vecinos, liderada por las asociaciones de paradistas y del Pueblo del Sur –y, últimamente, también, por la Plataforma de Vecinos por el Mercado–, ha conseguido detener la barbaridad que habría supuesto derribar este mercado, que es lo que quería hacer Marta Farrés. Aplaudimos la persistencia de vecinos y paradistas, admiramos su capacidad de movilización. El gobierno del PSC quería eliminarlo; lo ha puesto muy difícil a los paradistas, negándose a ser flexible, y, habiendo renunciado a reformarlo, ha canalizado el dinero de los fondos EDUSI hacia unos jardines de los cuales no se sabe nada.
Es un mercado que hemos dejado morir poco a poco; no se ha hecho ninguna inversión desde su inauguración, y actualmente aguantan como pueden, sólo, dos únicas paradas. Los barrios del sur necesitan y se merecen este mercado como foco de dinamización económica y social. Nosotros apostamos por él, siempre hemos apostado por él, y este proyecto es nuestra apuesta principal en el sur de la ciudad junto con nuestra propuesta de pacificación del paseo de los Almogàvers y del eje desde la plaza Creu de Barberà hasta la plaza Barcelona».
La lucha de los paradistas y de los vecinos
El concejal Raül Garcia Barroso, número 9 de la candidatura de ERC-EUiA, ha afirmado: «El mantenimiento del mercado de Campoamor ha sido una reivindicación vecinal presente durante todo el mandato. A pesar de que el Pleno municipal ha acordado su mantenimiento, el gobierno del PSC ha intentado obviarlo y frenar su desarrollo. Había un proyecto consolidado que debía recibir fondos europeos, que suponía una mejora para el barrio, y que el gobierno municipal dejó de lado, y esto es una muestra de que confrontamos modelos diferentes de cómo queremos que sean nuestros barrios».
La concejala Francisca Maya, Popi, número 6 de la candidatura de ERC-EUiA, ha explicado: «Quiero poner en valor el mercado como espacio de socialización vecinal: es el punto de encuentro de los vecinos y vecinas, que encuentran un espacio de proximidad, en el cual el centro de la actividad son los comerciantes, que conocen a los clientes por su nombre, dan vida al barrio y conectan con la venta ambulante, otra pieza clave de la economía social, en la cual participan las personas del barrio y conectan con vecinos de otras zonas. Esto forma parte de nuestra cultura. Queremos remarcar su capacidad de resistir en unas de las etapas más duras que podemos recordar, la pandemia: han tenido la capacidad de sobrevivir y reinventarse día a día. Los mercados municipales, las personas que trabajan en ellos –y, también, los vendedores ambulantes– representan un comercio más responsable, más de proximidad, basado en la confianza, con una relación muy personalizada con los clientes. ERC estamos comprometidos».