El puente de la Purísima son una de las fechas más señaladas en Cataluña no solo por los ciudadanos, sino también por los agentes de la autoridad. Las fiestas y el aumento de conductores en las carreteras obligan a los diferentes cuerpos policiales a intensificar los controles. Aun así, en algunos casos los usuarios se 'rebelan' e intentan huir de la policía, generando momentos de tensión como el que se vivió en el distrito de Ciutat Vella.
Tal como informó El Caso, los hechos tuvieron lugar durante la madrugada del sábado al domingo, cuando una patrulla de la Guardia Urbana de Barcelona estaba realizando un control de alcoholemia. El conductor en concreto se estaba aproximando cuando los agentes ya se percataron de que tenía síntomas compatibles con ir ebrio. En ese momento, le pidieron que se detuviera, pero lejos de reducir la velocidad este aceleró, arrollando a uno de los uniformados.
El conductor aceleró cuando el agente le pidió que se detuviera
Por suerte, el agente en cuestión reaccionó rápidamente y para evitar el fuerte impacto saltó sobre el capó. Afortunadamente, pocos metros después el conductor frenó su turismo y el otro agente que estaba en el control lo hizo salir del coche.
Aun así, la situación no recuperó la tranquilidad porque el hombre se negó a identificarse. Finalmente, el acusado fue sometido al test de alcohol, donde dio positivo con una tasa que aún no han compartido. De esta forma, el individuo quedó detenido después de protagonizar una situación de gran peligro que podría haber tenido consecuencias fatales.
El hombre está acusado de los delitos de tentativa de homicidio, resistencia y desobediencia a los agentes de la autoridad. De esta forma, fue trasladado a la comisaría del distrito de Ciutat Vella de la Guardia Urbana de Barcelona, donde pasó la noche hasta pasar a disposición judicial.