Todos los trenes de Rodalies pararán en Viladecans desde el 11 de diciembre

05 de diciembre de 2023 a las 16:43h

Todos los trenes de la línea R2 entre Barcelona y Sant Vicenç de Calders pararán en Viladecans, a partir del lunes, 11 de diciembre, dando solución a una reivindicación histórica del Ayuntamiento y la ciudadanía.

En la reunión del Órgano Mixto de Rodalies, celebrada el 26 de octubre entre la Generalitat de Catalunya —titular del servicio— y Renfe —empresa pública operadora—, el gobierno catalán dio luz verde a la propuesta de Renfe de iniciar los trabajos técnicos para permitir hacer la parada regular de los trenes de la línea R2 Sur en Viladecans. Estos trabajos se han terminado y la compañía ferroviaria ha confirmado hoy la noticia, mediante nota de prensa.

Treinta y dos años después de la llegada del tren a Viladecans, se pondrá fin a una queja histórica: ser la tercera ciudad más poblada de este corredor ferroviario que pasa por seis comarcas y que muchos trenes pasaran de largo sin detenerse —tres de cada diez al día entre semana.

En concreto, 55 trenes que pasaban de largo por la estación, ahora se detendrán. Ahora habrá seis o más trenes por hora, excepto antes de las 7 de la mañana, de las 11 a las 14 y la última hora del día. De este modo, los cerca de 7.000 viajeros que utilizan diariamente la estación de Viladecans disfrutarán de un aumento notable de frecuencia del servicio.

 

Del apeadero a la reivindicación

El origen de la queja se sitúa en el estreno del servicio ferroviario en la ciudad. Tuvo lugar en octubre de el año 1992, cuando se inauguró una estación para poder hacer parar los trenes que pasaban por el término municipal desde hacía décadas por la línea de la costa. Entonces, fue una gran noticia muy celebrada, que hacía llegar un nuevo modelo de transporte a la ciudad. No era, sin embargo, una estación convencional. Se había concebido como un apeadero —con las consiguientes limitaciones técnicas que esto suponía— porque estaba en medio de campos de cultivo, un poco alejada del núcleo urbano.

Las viviendas más cercanas se situaban entonces a más de 600 metros y el corazón urbano a un kilómetro y medio. Tenía, por tanto, un edificio de nueva construcción, pero no paraban todos los trenes. Desde entonces, la ciudad ha evolucionado mucho tanto en viviendas como en actividad económica y se ha acercado hasta la misma estación —también con el transporte público de autobús, que tiene allí el origen de las líneas locales—, pero el servicio había dado muchos menos pasos adelante.

Y eso que Viladecans no ha dejado de pedirlo, en paralelo a la reivindicación de una nueva línea ferroviaria que llegue al centro de la ciudad, lo cual, en su día se conoció como ‘Metro del Delta’. Hasta seis mociones ha aprobado el Pleno Municipal solo desde el año 2015 para pedir más frecuencias. La última, este mismo 2023.

La reclamación también se había llevado anteriormente al Parlamento de Cataluña en varias ocasiones, desde que la Generalitat asumió la gestión de las Rodalies en 2010. Además, en 2017, la Plataforma para el fomento de un transporte sostenible y eficiente en Viladecans, encabezada por entidades locales, realizó una recogida de firmas para pedir la medida.

Ante las reivindicaciones, se había ampliado el número de trenes en la hora punta de la mañana y, con el estreno del centro comercial outlet en 2016, se mejoró el servicio los fines de semana. El paso de regionales y de trenes de larga distancia los días laborables por el corredor, muy saturado, siempre había sido el motivo para no acceder a completar la reivindicación de equiparar Viladecans a municipios vecinos como Gavà y Castelldefels. La insistencia, finalmente, ha tenido sus frutos. Nunca es tarde, si los trenes paran todos en Viladecans.

 

Una estación renovada, el próximo objetivo

La mejora de las frecuencias no es la única reivindicación local en cuanto al servicio de Rodalies. El Ayuntamiento ha pedido reiteradamente la reforma de la estación y el año pasado se consensuó un proyecto con el Ministerio de Transportes, que debe darle cabida en su plan de inversiones para los años venideros.

Está presupuestado en 2,3 millones y permitirá una reordenación integral, ampliando el vestíbulo, reubicando los ascensores y mejorando el paso inferior, que sufre afectaciones cuando llueve mucho. También se ampliará la marquesina de acceso y se creará un punto de carga de coches eléctricos. Sin embargo, el Ayuntamiento ha continuado reivindicando soluciones a los problemas que se iban produciendo, para garantizar su accesibilidad.

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