Hoy, la administración de loterías del centro comercial Las Arenas, en Barcelona, ha vivido una jornada marcada por la alegría y la euforia después de confirmarse que ha caído el tercer premio. La noticia ha desencadenado una celebración espontánea que ha llenado el espacio de cava, música, bailes y gritos de alegría, convirtiendo el local en un punto neurálgico de fiesta dentro del centro comercial.
Una celebración improvisada y contagiosa
Ante la administración, un grupo de jóvenes ha celebrado la noticia por todo lo que significa, brindando y bailando al ritmo de la música. Entre aplausos y risas, una frase se ha repetido como consigna: “En Les Arenas se hace magia”, coreada por los presentes y escuchada por decenas de personas que se detenían curiosas.
El ambiente festivo ha ido creciendo con el paso de los minutos, sumando clientes habituales, curiosos y viandantes que, a pesar de no haber sido premiados, han querido sumarse a la alegría. “No me ha tocado nada, pero estas cosas también se tienen que celebrar”, comenta María Antonia, de 47 años y vecina del barrio. “Cuando toca aquí, es como si tocara un poco a todo el mundo”, añadía.
“Me suena el número”: la carrera por comprobarlo
Entre los testimonios más comentados de la mañana, destaca el de una mujer visiblemente impresionada, que observaba la celebración con una mezcla de nervios e incredulidad. Según explica, no recuerda si había comprado aquel número, pero asegura que “le suena mucho”. Sin pensárselo dos veces, ha marchado casi corriendo hacia casa para buscar los décimos y comprobar si, por casualidad, la suerte también le había sonreído.
La escena ha despertado complicaciones y comentarios entre los presentes, muchos de los cuales se han sentido identificados. “A todo el mundo le ha pasado alguna vez eso de pensar que quizás lo tienes”, decía un cliente mientras seguía la situación con una sonrisa.
El orgullo de la administración
Desde dentro del local, la emoción ha sido evidente. Pilar, trabajadora de la administración, no ha ocultado su satisfacción: “Estamos muy emocionadas y muy orgullosas. Siempre da mucha ilusión dar un premio, pero cuando es un tercer premio y ves esta alegría alrededor, todavía más”, explica. Además, también destaca el vínculo con la clientela: “La gente lo celebra aunque no le haya tocado, y eso dice mucho del barrio y del ambiente que se genera aquí. Es muy bonito de ver”.
A la espera de recoger el premio
A pesar de la euforia vivida, desde la administración han confirmado que todavía no se ha recogido oficialmente el premio, un hecho habitual en las primeras horas después de conocerse el número premiado. Mientras tanto, la celebración ha continuado a lo largo de la mañana, con brindis improvisados y música que ha acompañado una jornada difícil de olvidar.
Sin saber todavía quiénes son los afortunados o afortunadas, lo que sí ha quedado claro es que, por unas horas, Las Arenas se ha llenado de magia, convirtiendo un premio de lotería en una fiesta compartida y en una muestra de alegría colectiva que ha ido mucho más allá del dinero.
