El cierre repentino de una tienda de figuras manga en Barcelona genera una estafa de 120.000 euros

09 de octubre de 2024 a las 12:01h

Global Freaks, una de las tiendas de figuras más reconocidas de la ciudad de Barcelona, ha cerrado de manera inesperada dejando una deuda de 120.000 euros a sus clientes.

Esta situación ha sido denunciada por coleccionistas que, en la mayoría de los casos, habían pagado por adelantado para asegurar que recibirían sus figuras preferidas.

Ubicada en la calle Bailén, entre Tetuán y Arco de Triunfo, la tienda ha sido una referencia para los aficionados al manga. Su propietario, que ha desaparecido sin dejar rastro, captó el interés de los clientes a través de objetos exclusivos, y la posibilidad de hacer precomandas, pero últimamente no gestionó los pagos debidos a los distribuidores, dejando muchas figuras y pedidos en los almacenes sin ser enviados.

Rumores y desesperación

En los últimos meses, habían empezado a circular rumores sobre las dificultades que sufría Global Freaks. Los clientes que preguntaban al propietario sobre su situación solían recibir respuestas evasivas. La alerta definitiva llegó cuando la tienda eliminó las ofertas de figuras de su página web.

Tsume, uno de los principales proveedores de la tienda, ha expresado su sorpresa ante esta situación. En un comunicado, la empresa indicó que se encontraban en una "posición de víctimas" y que no tenían acceso a información clave para evaluar el panorama actual. "Estamos a la espera de recibir información adicional y no dudaremos en compartirla tan pronto como la tengamos", añadieron.

Consecuencia para los clientes

Los coleccionistas, muchos de los cuales habían adelantado cantidades significativas de dinero, se encuentran ahora en una situación muy complicada. Algunos han perdido hasta 5.000 euros y no saben si podrán recuperar sus ahorros. Las figuras manga, que pueden costar más de 1.000 euros, se consideran objetos de culto, y muchos clientes optaron a pagar estas grandes cantidades económicas por adelantado, para evitar que se agotaran.

Ahora, estos clientes quedan a la espera de respuestas y soluciones para recuperar su dinero, en un contexto de incertidumbre y frustración donde nadie parece conocer ninguna solución.