Su muerte impactó a toda la sociedad barcelonesa y puso sobre la mesa el riesgo que viven las personas que duermen en la calle. Rosario Endrinal fue quemada en el cajero automático en el que dormía el 15 de diciembre de 2005. Los hechos se produjeron en el barrio de Sant Gervasi, en el cruce entre las calles Saragossa y Guillem Tell.
La tarde dos jóvenes mayores de edad, Ricard Pinilla y Oriol Plana, entraron al cajero de La Caixa donde dormía Rosario y le lanzaron objetos. Ella intentó defenderse y consiguió cerrar el pastel del que era su casa.
Desgraciadamente, tres horas más tarde, el dos jóvenes volvieron al cajero con un tercer chico, Juan José M., que era menor de edad. Fue este último quien le pidió a Rosario que abriera la puerta y cuando ella, confiada, lo hizo, irrumpieron Ricard Pinilla y Oriol Plana que volvieron a insultarla. Finalmente, los dos mayores de edad le lanzaron cinco litros de disolvente que encontraron en unas obras encima y fue Ricard Pinilla quien le tiró una colilla encendida. Rosario murió en el Hospital de la Vall d'hebron casi dos días después por quemaduras de segundo y tercer grado en el 70%.
Los dos mayores de edad fueron condenados a 17 años de prisión mientras que el menor fue sentenciado a 8 años de internamiento.
Para conmemorar aquel hecho que sacudió toda la ciudad, la organización que lucha contra la pobreza, el Centre Assís, ha organizado este miércoles a las 20 horas un acto en recuerdo a Rosario en la Plaza Molina, muy cerca del cajero en el que dormía. Asimismo, el colectivo recuerda que el 47% de las personas que viven en la calle han sido víctimas de agresiones por el solo hecho de no tener una casa.
