La Sagrada Familia ha dado este jueves un nuevo paso histórico en la construcción del templo: se ha colocado el primer elemento de la cruz de la torre de Jesucristo, marcando el inicio de la fase final de esta emblemática estructura central.
La pieza instalada corresponde al brazo inferior de la cruz, con 7,25 metros de altura y un peso de 24 toneladas. Llegó al templo el pasado mes de julio dividida en cuatro paneles, que se montaron en una plataforma de trabajo situada a 54 metros de altura, encima de la nave central. Allí se han llevado a cabo las tareas de ensamblaje, la instalación de los vidrios y los acabados interiores, como la colocación de piedra. Con esta nueva incorporación, la torre de Jesucristo ya alcanza una altura de 162,91 metros.
Según ha explicado la Sagrada Familia en un comunicado, el brazo inferior presenta una geometría de doble giro que evoluciona de una base cuadrada a una parte superior octogonal. El exterior está recubierto de cerámica blanca esmaltada y vidrios, materiales elegidos por su luminosidad y resistencia a las condiciones atmosféricas.
Cuando esté completada, la cruz tendrá 17 metros de altura —equivalente a un edificio de cinco plantas— y una anchura de 13,5 metros.
La instalación de este primer elemento, destaca el templo, supone “un paso relevante en el proceso de culminación de la torre de Jesucristo”, que será la más alta de las torres centrales del conjunto.
Coincidiendo con el centenario de la muerte de Antoni Gaudí, la finalización de esta torre se convertirá en un hito histórico para la Sagrada Familia y en un homenaje al arquitecto que la concibió.