Sabadell ganará un espacio verde de 12.600 metros cuadrados que ocupará la zona donde hasta el año 2017 discurrían las vías de los Ferrocarriles de la Generalitat (FGC). Se trata de una obra por la que se invertirán unos 4,3 millones de euros, y que convertirá el actual ámbito, que se reduce a metros cuadrados de tierra perimetrada con barreras de hormigón, en un paseo, que se bautizará con el nombre del exalcalde Antoni Farrés. Unirá la rambla Iberia con el bosque de Can Deu con parterres y 250 árboles. Los trabajos comenzarán en los próximos días, con un año de duración, e incluyen la creación de un aparcamiento con 68 plazas junto al castillo de Can Feu, donde también han comenzado unas obras de rehabilitación para poder convertirlo en equipamiento en un futuro.
El espacio donde se actuará es un paseo por donde hasta hace poco menos de 8 años y discurrían las vías de los FGC, presentes desde el año 1922 en superficie, con una división histórica del barrio de Can Feu de casi un siglo. En 2017, sin embargo, con el soterramiento de la línea y su ampliación a través de Sabadell hasta el norte de la ciudad, se generaba un espacio para el uso ciudadano.
El Ayuntamiento puso en marcha un concurso para su urbanización, pero el Tribunal Catalán de Contratos lo anuló en 2019 después de que el segundo calificado denunció el proceso, al considerar que no se había garantizado el anonimato de las propuestas. Este año, sin embargo, después de un nuevo proceso la Junta de Gobierno Local adjudicó las obras, con un presupuesto de 4,3 millones de euros y dividido en dos lotes, el primero de obra civil de los cuales con un plazo de ejecución de un año.
Un segundo lote se centrará en el ámbito de jardinería, dado que el 40% de la superficie será verde, y que se prevé que se alargue siete meses. Se prevé la ubicación de 250 árboles, algunos de los cuales de grandes dimensiones para hacer sombra, y arbustos, además de la generación de zonas de juegos, fuentes y estancia, uno de los elementos más reivindicados por parte del vecindario.
En la presentación del proyecto, la alcaldesa, Marta Farrés, ha destacado que se "cierra una cicatriz" en la ciudad, y que se da respuesta a una larga reivindicación vecinal. "Es una obra de ciudad", ha destacado, haciendo valer su importancia.
Del mismo modo, ha detallado que pronto se pondrá formalmente el nombre al paseo, que recibirá el del exalcalde Antoni Farrés, que no es familiar de la actual alcaldesa a pesar de compartir apellido. Farrés gobernó desde 1979 hasta 1999, primero por el PSUC y después por ICV, dejando una huella imborrable en la ciudad.
Entre los proyectos que sacó adelante en su mandato, el más destacado es la remodelación integral del actual Eje Macià, donde se creó el Parque Cataluña, con zona verde y un lago, vivienda y grandes espacios comerciales, entre los cuales El Corte Inglés. "Antoni Farrés tiene una escultura en honor suyo en el Parque Cataluña, pero nos pareció oportuno que la ciudad le dedicara un espacio como este", ha añadido la alcaldesa.
Con todo, Farrés ha remarcado que el bautizo del espacio no comportará problemas a los vecinos de las calles que están cerca, dado que las calles laterales preservarán los nombres que actualmente tienen. Y sólo recibirá el nombre oficial el espacio central: "No será necesario hacer trámites para cambiar el nombre a escrituras ni nada parecido", ha prometido.
Del mismo modo, al final del paseo se ha proyectado un aparcamiento en superficie con 68 plazas, con un presupuesto de 307.098 euros. Las obras ya han comenzado y podrían terminar a finales de año.
Recuperando el castillo de Can Feu
La obra de urbanización se suma a los trabajos que también este mes han comenzado en el castillo de Can Feu, un edificio declarado bien cultural de interés nacional (BCIN). Los trabajos se centran en una primera fase en la reparación y conservación del castillo, y suponen una inversión de 358.312,67 euros.
"No es sólo su rehabilitación, es consolidarlo para que no se degrade un elemento patrimonial como este", ha destacado Farrés. En este sentido, ha destacado que el reto de ciudad es determinar qué usos puede tener en un futuro, dado que se podría integrar como espacio para acoger servicios para la ciudadanía.
La semana pasada comenzaron los trabajos previos de desbroce del entorno y adecuación del terreno para preparar el acceso de la maquinaria y los medios de seguridad. A partir de aquí, se iniciará el estudio geotécnico del elevador de agua y, una vez se conozcan las conclusiones, se iniciarán los trabajos.
Las obras tienen una duración prevista de 6 meses, durante los cuales se trabajará de manera simultánea en varios espacios. Se actuará en la capilla de la Virgen de Montserrat, que fue edificada a principios del siglo XVIII, y en la Torre Maestra, situada en la esquina suroeste, para solucionar los daños provocados por el deterioro progresivo de las cubiertas y tejados en estos edificios.
También se actuará para mejorar el estado de los elementos degradados del casal, el pabellón anexo al casal y las cuadras y almacén. Por otra parte, también se intervendrá en vigas y listones de madera, secciones de ladrillo degradadas y se revisarán los sistemas de evacuación de aguas pluviales para garantizar su correcto funcionamiento.