Los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre de 24 años que habría cometido cuatro robos con violencia en establecimientos comerciales de Barcelona utilizando un cuchillo de grandes dimensiones. El arresto tuvo lugar el 8 de septiembre, aunque la investigación arrancó el 31 de julio cuando la policía tuvo constancia de dos asaltos de características compartidas en el distrito de Nou Barris de la capital catalana. En ambas situaciones el ladrón habría amenazado a los empleados con un arma blanca de unos 30 centímetros para conseguir el dinero de la recaudación. En uno de los asaltos, el trabajador de un supermercado resultó gravemente herido. Los agentes de los Mossos que intervinieron tuvieron que hacerle un torniquete para salvarle la vida.
El primer robo se produjo en una tienda de golosinas donde el autor de los hechos se llevó unos 100 euros. Unas horas más tarde, agentes de seguridad ciudadana de la comisaría de Nou Barris, recibieron aviso de la Sala Regional de Comando para dirigirse a un supermercado donde un trabajador acababa de ser apuñalado.
Una patrulla cercana se desplazó hasta el punto y encontró a un grupo de personas que ayudaban a un hombre que se encontraba sentado sobre un charco de sangre. Al comprobar la gravedad de las heridas y que la víctima estaba perdiendo mucha sangre, los agentes decidieron estirar al señor en el suelo y hacerle un torniquete de emergencia en el brazo izquierdo para tratar de contener la hemorragia e intentar mantenerlo consciente hasta que llegaran los servicios médicos que lo trasladaron al hospital. Como resultado de la rápida intervención de los efectivos policiales, la persona pudo ser operada con éxito y salvó la vida.
El segundo atraco tuvo lugar a primera hora de la tarde del 31 de julio cuando el mismo hombre entró en un supermercado para comprar cerveza. En el momento de pagar sacó de su bolso un cuchillo de unos 30 centímetros y lo amenazó para conseguir la recaudación. El propietario se negó a hacer lo que el ladrón exigía, y empezó a gritar pidiendo ayuda. Otro empleado del local que se encontraba en el exterior lo oyó y decidió entrar en el establecimiento cuando el ladrón huía. Para evitar ser interceptado, el detenido clavó dos cuchilladas a este trabajador. Una le perforó el pulmón y la otra le seccionó una arteria de la zona de la axila. En menos de un minuto, después de la llamada de aviso, una patrulla que se encontraba muy cerca del lugar, llegó al supermercado y pudo ayudar a la víctima.
Poco después, el día 2 de agosto, el hombre cometió otro asalto similar en una tienda de golosinas de Nou Barris donde sustrajo 300 euros amenazando al dependiente con un cuchillo de grandes dimensiones.
Finalmente, el 8 de septiembre lo volvió a probar. Intentó robar de nuevo en el primer establecimiento donde ya lo había hecho el día 31 de julio. Intimidó de nuevo al trabajador con un cuchillo, pero en esta ocasión el empleado se negó a darle el dinero y apartó el arma blanca con la mano, haciéndose lesiones leves. El autor huyó.
La rápida llamada telefónica al teléfono del 112 y el hecho de que ya se tuviera una descripción precisa del sospechoso, fruto de las gestiones de investigaciones de los robos anteriores permitió localizarlo en actitud de espera en los alrededores de la tienda de golosinas donde ya había robado el día 2 de agosto. Al observar la actitud de vigilancia que estaba haciendo el hombre y teniendo en cuenta su peligrosidad, los Mossos procedieron a detenerlo. En el proceso de arresto uno de los agentes recibió una herida de arma blanca en la pierna que requirió un punto de sutura.
El detenido pasó a disposición del juzgado 9 de Barcelona por la presunta comisión de cuatro robos con violencia, uno con un herido grave por arma blanca.
