Renfe y SNCF ponen fin este sábado a nueve años de cooperación en los viajes de alta velocidad entre Barcelona y Francia

10 de diciembre de 2022 a las 10:01h
Renfe y SNCF ofrecen este sábado los últimos viajes en alta velocidad operados conjuntamente entre Barcelona y Francia después de nueve años. Esto implicará que a partir de este lunes, SNCF explote en solitario el trayecto entre Barcelona y París mientras que los trenes de Renfe no podrán cruzar la frontera hacia la capital francesa, Lyon y Marsella, como hasta ahora, al no disponer de los certificados de seguridad por parte de Francia. Se da la circunstancia de que si bien las dos empresas han trabajado juntas en este servicio transfronterizo al mismo tiempo son competidoras desde mayo del año pasado en el corredor Barcelona-Madrid y más recientemente entre Madrid y Valencia ya que SNCF opera bajo la marca Ouigo.Desde diciembre de 2013, Elipsos, bajo la marca Renfe-SNCF en Cooperación, ha transportado a más de 5,5 millones de viajeros entre la capital catalana y Lyon y París, y entre Madrid y Marsella vía Barcelona.El pasado febrero, la compañía francesa anunció la intención de romper unilateralmente la sociedad mixta Elipsos, formada al 50% por las dos operadoras. Renfe dejó claro que se trataba de una decisión "unilateral" de SNCF y recuerda que se produjo una vez ya había "consolidado" su servicio en el Estado mientras la operadora española aún no ha podido hacer lo mismo en Francia.Las dos empresas trabajaban conjuntamente en la alta velocidad desde diciembre de hace nueve años y el acuerdo expiraba a finales de este año, aunque en otoño de 2021 se entreveía una prórroga. Unos meses más tarde y en declaraciones al diario 'Les Echos', SNCF argumentó que no quería "seguir perdiendo dinero", sobre todo tras la caída de la demanda por la pandemia como consecuencia de las restricciones en la movilidad internacional.En cambio, Renfe asegura que las dos compañías estaban en condiciones de alcanzar un equilibrio financiero tras el impacto de la covid e, incluso, de estudiar la explotación de nuevos tránsitos internacionales. 

Renfe aspira a una "reciprocidad deseable" con Francia

El hecho de que los convoyes de la compañía española deban detenerse en Vilafant responde a la falta del certificado de seguridad para que los trenes de Renfe puedan circular por Francia en solitario. De hecho, el operador presidido por Isaías Taboas dispone de unas cuantas unidades compatibles con los sistemas de tensión eléctrica y comunicaciones del país galo y que son las mismas con las que ha estado enlazando Barcelona con Lyon y Madrid con Marsella (con parada en Sants).Por ello, según han explicado fuentes de Renfe a la ACN, se pide una "reciprocidad deseable" en un contexto de liberalización de la alta velocidad en toda Europa en el transporte de viajeros. Una vez obtenga el certificado de seguridad, la compañía calcula que podría empezar a explotar los servicios en el plazo de cuatro o cinco meses como mínimo ya que habrá que formar al personal. De momento, ya está trabajando en la incorporación progresiva de los maquinistas y del resto de trabajadores, como la estructura comercial, operativa y de gestión, y en la confirmación de los surcos hasta Lyon y Marsella.Un caso aparte es la conexión con París, ya que, según Renfe, las autoridades francesas "nunca han homologado" sus trenes a pesar de ser del fabricante francés Alstom. "Seguimos teniendo interés", insisten fuentes de la operadora española. 

Renfe cubrirá las frecuencias de SNCF entre Barcelona y Figueres

Inicialmente, la falta de conexión entre Barcelona con París, Lyon y Marsella a través de la sociedad mixta también pasaba a afectar indirectamente a los viajeros Avant del corredor Barcelona-Figueres. Renfe, sin embargo, ya anunció hace unos días que mantendría las frecuencias que ofrecía Renfe-SNCF.En paralelo, la operadora también informó de que incrementaría un 15% las plazas respecto a las que había en 2019 -antes de la pandemia- y que se llegaría hasta las 42.500 semanales.