Terrassa ya cuenta en sus calles con las tres primeras adoquines stolpersteine en recuerdo de las personas que fueron deportadas a los campos de exterminio nazis. Esta mañana, la Casa Alegre de Sagrera ha acogido un acto con los parlamentos institucionales de la consejera de Justicia, Lourdes Ciuró; y la concejala de Memoria Democrática, Ona Martínez; y la bienvenida a cargo de la teniente de alcalde Lluïsa Melgares. Al acto han asistido también miembros del Gobierno municipal; portavoces de los Grupos Municipales; el director de Memorial Democrático, Vicenç Villatoro; familiares de las víctimas; personas que han llevado a cabo la investigación histórica vinculada al proyecto y alumnos participantes en el proyecto educativo que se desarrolla en la ciudad relacionado con las stolpersteine. Posteriormente, las autoridades han colocado dos adoquines junto con familiares, y han ido a ver una tercera, que ya estaba instalada porque no se conocen familiares de la víctima.
Las stolpersteine (en alemán, "piedra que te hace tropezar"), son pequeñas adoquines recubiertas con una placa de latón que lleva inscrito el nombre y otros datos de personas que fueron víctimas del nazismo, y que se instalan en la acera, frente a lugares vinculados con aquella persona, como la casa donde vivió. La función de estas adoquines es hacer detener a los peatones, provocar su interés y promover el recuerdo. El proyecto stolpersteine lo inició el artista alemán Gunter Demnig en los años 90, y actualmente hay instaladas decenas de miles de estas adoquines por toda Europa. Terrassa se adhirió en 2018, mediante un acuerdo de Pleno, en virtud del cual se prevé la instalación progresiva de estas adoquines, en coordinación con el Memorial Democrático de la Generalitat y en función del desarrollo de los estudios históricos en la ciudad.
Durante el acto institucional, la concejala de Memoria Histórica, Ona Martínez, ha destacado que «el proyecto de las stolpersteine nos ayuda a mantener viva la memoria de la deportación a los campos de concentración nazis, nos ayuda a recordar cómo los discursos de odio hacia cualquier persona que se considere diferente por su color de piel, por su forma de pensar, de amar o de rezar, por sus capacidades, por su condición de género o por cualquier otro motivo puede acabar derivando en el horror». En este sentido, la concejala ha hecho referencia al valor de esta iniciativa para despertar conciencias y ha llamado a «trabajar para evitar que se repita la cara más oscura de la historia y arrinconar a aquellos que alzan la voz con discursos que banalizan o simpatizan con ideologías como el nazismo».
Las personas homenajeadas en la primera serie de adoquines programada son las siguientes:
∙ Josep Cirera Mayol
∙ Joan Gras Puigmartí
∙ Félix Izquierdo García
∙ Josep Julià Bruguera
∙ Antonio Bernardo Martínez Castillo
∙ Ángel Olivares Gallego
∙ Ramon Pere Moragues
∙ Martí Puig Ferrer
∙ Joaquim Sala Prat
∙ Agustín San José Calasanz
∙ Juan Sánchez Martínez
La primera adoquín instalada hoy ha sido la dedicada a Agustín San José Calasanz, nacido en 1897 en Segovia. Deportado en 1940 a Mauthausen, sobrevivió. La stolpersteine correspondiente se ha ubicado en la calle de Francesc Oller, 81, frente al lugar donde vivió. La segunda adoquín, ubicada en el número 360 del paseo del Veintidós de Julio, corresponde a Joaquim Sala Prat, nacido en 1915 en Terrassa. Al igual que el anterior, fue deportado en 1940 a Mauthausen y sobrevivió. Finalmente, la tercera adoquín, instalada previamente, recuerda a Martí Puig Ferrer, nacido en 1907 en Terrassa, deportado en 1940 a Mauthausen y asesinado el 5 de abril de 1943 en Gusen. Se encuentra en la calle de Bartomeu Amat, frente al 107.
Durante las próximas semanas está previsto instalar las ocho adoquines correspondientes al resto de la lista inicial, y más adelante está previsto añadir más.