Las luminarias disponen de una placa de células solares fotovoltaicas de máximo rendimiento, con baterías de litio y la electrónica asociada a la regulación lumínica. Funcionan a la máxima potencia hasta las 12 de la noche (11 W cada punto de luz), momento en que se regulan al 50% de potencia hasta la salida del sol. Además, cada una de las luminarias dispone de un sensor de presencia que, en caso de activación, aumenta la potencia lumínica al máximo durante unos minutos.
La playa de Sant Simó es, junto con el Parque Forestal, una de las zonas de Mataró declaradas de máxima protección frente a la contaminación lumínica de acuerdo con el mapa de la protección contra la contaminación lumínica. Por eso se ha diseñado una solución lumínica de mínima potencia, una huella lumínica no intrusa fuera de la zona de paso y un color de la luz que no afecta a los biorritmos naturales de la biodiversidad.
La actuación se ha realizado en el marco del contrato de mantenimiento del alumbrado y ha tenido un coste de unos 9.500 € (IVA incluido).