El joven barcelonés Josep Boan, murió en un trágico accidente de carretera, cuando un coche, que conducía 50 km/h por encima del límite de velocidad, al menos a 116 km/h, invadió su carril y lo embistió. Esto pasaba en agosto de 2020 en Dumbría (La Coruña).
Tres años después del accidente la Diputación de La Coruña le ha enviado una factura a Josep, por un importe de 485,50 €, en concepto de 'limpieza de la vía' donde murió aquella noche. La cosa, grave de por sí, no sería tan indignante si la víctima no estuviera muerta ni fuera causante del accidente.

LA LUCHA DE UNA MADRE
La madre de Josep, Maria Pilar Rosanes, lleva tres años de lucha recordando, en las redes sociales, a su difunto hijo, explicando episodios de vida y recordando su bonhomía, y a la vez reclamando penas más severas para los conductores imprudentes.

La mujer busca testigos del accidente que acabó con la vida de su hijo y del cual el su propio padre, que circulaba detrás de él, fue testigo. Maria Pilar reclama que quien mató a su hijo, Asier González, cumpla condena como autor de un homicidio.
https://twitter.com/rosanesfiguerol/status/1664757848620912640
De hecho, la Audiencia Provincial de La Coruña, no retiró el permiso de conducir a Asier González hasta julio de este año, a pesar de que fue declarado culpable.
La sentencia condenó a Asier González a dos años de prisión, que no cumplirá porque no tiene antecedentes, y a una retirada de carnet (que, recordemos, no se produjo hasta este julio) durante tres años y medio. Sorprendentemente, no le impusieron ninguna sanción económica.
DISCULPAS TIBIAS DE LOS BOMBEROS
La factura enviada por la Diputación, en realidad la emitió el Consorcio de Bomberos, y la diputación la envió como encargada de recaudar los impuestos.
Fuentes de este consorcio han explicado al 324.cat que se anulará la tasa que se ha enviado al difunto y se cargará totalmente a la compañía aseguradora del culpable del siniestro. También piden disculpas a la familia por lo que ha pasado y añaden que este recibo no debería haber llegado nunca.