Quejas contra cinco residencias de ancianos por no ofrecer una atención adecuada

15 de junio de 2017 a las 14:57h
La Síndica de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, ha recibido una queja colectiva contra cinco residencias de ancianos en los Distritos de Sants-Montjuïc, Sant Andreu, Ciutat Vella, Nou Barris y Sant Martí por no ofrecer una atención adecuada. Así, las quejas hacen referencia a problemas de gestión y a las condiciones de los centros, que se están deteriorando, según una coordinadora de familias afectadas y la Federación de Asociaciones de Vecinos y Vecinas de Barcelona. En la reclamación presentada a Vilà, las familias se dirigen a la Sindicatura por el "maltrato que reciben sus familiares y por una atención digna" y exponen que los problemas se han agravado con la última adjudicación de la gestión de las residencias llevada a cabo por la Generalitat.
(Esta noticia actualiza la anterior con datos sobre las residencias aportadas por los reclamantes) Aunque el consistorio aún no ha asumido el traspaso de los servicios en esta materia, que aún gestiona la Generalitat, Vilà ha admitido a trámite la queja porque la Carta Municipal establece que esta es una competencia del Ayuntamiento. En concreto, las residencias señaladas son Mossèn Vidal i Aunós, Bon Pastor, Alchemika, Bertran Oriola y Molí. Los reclamantes son la plataforma SOS Gent Gran Barcelona-Viure amb Dignitat y la FAVB, que están concentrados en la plaza Sant Jaume para denunciar la situación y recoger firmas. Los centros están gestionados por la UTE Ingesan-Asproseat, de la constructora OHL, según un comunicado de las entidades. La coordinadora y la FAVB reclaman a la Generalitat que asuma su responsabilidad e impida la degradación de este servicio público, forzando a las empresas a poner la calidad de la atención por delante de su propio beneficio económico. Igualmente, Vilà hace constar que la Generalitat está obligada a velar preventivamente por los derechos fundamentales y humanos en la ciudad de Barcelona. En la queja recibida por la síndica, las familias constatan que el largo tiempo de espera de las personas que han solicitado ingresar hace que cuando accedan, lo hagan en un estado muy deteriorado. En la residencia de Sants-Montjuïc, las quejas hacen referencia a una incorrecta atención médica, al mal estado de las sillas de las duchas, a la falta de materiales, a la alimentación poco adecuada o a la limpieza insuficiente, entre otros; en la de Sant Andreu, los problemas se centran en la reducción de los gerocultores de noche en el turno de noche, problemas con el suministro de farmacia o la limitación en la alimentación y en el Distrito de Sant Martí hay denuncias sobre un mal servicio médico y de farmacia, a la falta de un plan de evacuación y a una alimentación poco adecuada, entre otros. Por otro lado, en la residencia de Nou Barris, los principales motivos de reclamación son, por ejemplo, el poco control en el reparto de la medicación, poca limpieza del centro, el mal servicio de la lavandería o los platos mal lavados; mientras que en la de Ciutat Vella la queja es por la reducción de gerocultores y del personal de enfermería. Vilà ha hecho llegar una petición de información al Ayuntamiento de Barcelona para preguntar qué resultados ha dado la intermediación a raíz de estas quejas y cuál es el balance de la inspección o evaluación efectuada. También pregunta por la planificación del consistorio para cubrir la demanda de plazas y cuándo piensa ejercer las competencias que le son reconocidas por la Carta Municipal.
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