El arzobispo de Barcelona y nuevo cardenal Joan Josep Omella ha concelebrado este jueves por la mañana su primera misa con el nuevo cargo. Ha sido con el papa Francisco, junto al resto de nuevos cardenales, los que ya lo eran y numerosos arzobispos, en la festividad de San Pedro y San Pablo, una de las más significadas del Vaticano. En su homilía, el Santo Padre ha pedido seguir el ejemplo de estos dos apóstoles pioneros de la Iglesia, y ha pedido a los fieles y a los sacerdotes que no sean "cristianos de salón", sino "apóstoles en camino", y que no sólo den "su opinión" sobre la Iglesia, sino que den "la vida" por la fe cristiana.
La misa ha comenzado con la presentación y juramento de los arzobispos metropolitanos nombrados durante el último año, 36 en total, y el Papa ha bendecido sus palios. La eucaristía se ha celebrado con la colaboración de los nuevos cardenales, que han subido al altar mayor. Durante la celebración se ha hecho referencia varias veces al hecho de que fuera el apóstol Pedro quien fundara la Iglesia católica por orden directa de Jesús. En su homilía, el papa Francisco ha aprovechado este pasaje evangélico para destacar tres palabras: confesión, persecución y oración. Así, ha pedido a los cristianos que no sean fieles "de salón", sino que se impliquen en la fe "hasta el final". Sobre la persecución, ha recordado que actualmente miles de cristianos son perseguidos en algunos países por sus creencias, al igual que ocurrió a los inicios del cristianismo. Finalmente, ha pedido que haya más "maestros de oración", "pero antes de todo, es necesario que haya hombres y mujeres de oración, que vivan la oración, es urgente en la Iglesia". Al finalizar, el Papa se ha quitado los hábitos de celebración y, con la tradicional vestimenta blanca, ha dado una vuelta por la plaza de San Pedro en su 'papamóvil' para saludar a la multitud. Después ha celebrado 'el Ángelus'. El 'Virolai' en el colegio español Posteriormente, decenas de peregrinos y todo el séquito eclesiástico del cardenal Omella se han desplazado hasta el Colegio Español de San José, en la misma Roma, donde se ha celebrado una recepción bufet. Allí los peregrinos han obsequiado a Omella con una talla de la Virgen de Montserrat, la Moreneta, lo que ha llevado al cardenal a entonar, junto con muchos de los presentes, el 'Virolai'. Este jueves por la noche la vicepresidenta del gobierno español ya hizo referencia a la 'Moreneta' en la cena oficial ofrecida por la embajada española en Roma. Omella ha agradecido el regalo y ha dicho que ahora, después de descansar de tres días de ceremonias, hay que volver a ponerse a trabajar, como le ha dicho el mismo Santo Padre, "cada uno en su parroquia". Al terminar la comida de pie, algunos de los asistentes se han atrevido a cantar cantos regionales de La Rioja, de donde fue obispo Omella, y de Aragón, donde nació. A la comida han asistido varios cardenales españoles, así como obispos catalanes, el padre abad de Montserrat, Josep Maria Soler, y el director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat, Enric Vendrell, entre otros. Este mismo colegio será el lugar donde este viernes por la mañana Omella celebrará por primera vez una misa a solas como cardenal. Será una misa de acción de gracias que pondrá fin a la peregrinación de cuatro días que Omella ha hecho al Vaticano para ser creado cardenal.