Nace VilaVeïna, un proyecto para cuidar en comunidad y proximidad

05 de mayo de 2021 a las 10:48h

'VilaVeïna. Poniendo la vida en el centro'. Este es el nombre con el que el Ayuntamiento de Barcelona ha bautizado uno de los proyectos más ambiciosos en relación a los cuidados que se ha hecho nunca antes en la ciudad. La iniciativa pasa por desplegar este mismo mandato 16 unidades territoriales que dispondrán de un espacio físico desde el que dar respuesta a las necesidades vinculadas al cuidado que tenga el vecindario. Cada una de estas unidades territoriales atenderá a una población de entre 10.000 y 30.000 habitantes, que dispondrán de un espacio de referencia abierto al conjunto de la ciudadanía, cerca de casa, y centrado en la tarea de los cuidados y las necesidades que puedan derivarse. Las primeras 16 unidades territoriales engloban una población de unos 300.000 habitantes y estarán distribuidas por toda la ciudad. En una primera fase, este mismo mes de mayo, se desplegarán las primeras cuatro oficinas en los barrios de Vilapicina (Nou Barris), Provençals del Poblenou (Sant Martí), La Marina de Port (Sants-Montjuïc) y el Congrés i els Indians (Sant Andreu). Durante el año 2022 se desarrollará la segunda fase con la incorporación de 12 VilaVeïna más y, según los cálculos del Ayuntamiento, la ciudad podría quedar totalmente cubierta durante los siguientes años implementando alrededor de 115 experiencias similares que convertirían Barcelona en la primera ciudad del mundo en promover el cuidado desde un ámbito comunitario y de proximidad. El proyecto VilaVeïna tiene un presupuesto inicial de 3,5 millones de euros y se dirige al conjunto de la población que vive en el territorio, porque parte de la premisa de que cualquier persona necesitará o proveerá servicios de cuidado a lo largo de su vida. Aun así, se centrará principalmente en la infancia y las personas mayores, porque es en estas edades en las que los cuidados cobran especial importancia. También en las personas cuidadoras, que mayoritariamente son mujeres, tanto si realizan su tarea de forma remunerada como si no. El objetivo último es mejorar el bienestar y la calidad de vida de la ciudadanía, también a partir de una mejor coordinación de los servicios y recursos del territorio, lo que permitirá afrontar con más eficiencia y anticipación los cambios demográficos y sociales de la ciudad que se producirán durante los próximos años. Reconocer la centralidad de los cuidados en el sostenimiento de la vida y favorecer el surgimiento de comunidades que se cuidan, al lado de casa, es igualmente la inspiración de VilaVeïna.

La persona que viva dentro de una VilaVeïna tendrá en un territorio abarcable a pie un equipo y un espacio de referencia que no sólo dispondrán de la información sobre el conjunto de servicios que ya existen en la ciudad y ofrecerán atención directa, sino que también actuarán como agentes clave para el despliegue de una serie de servicios y acciones nuevas, como por ejemplo espacios de crianza compartida, un grupo de apoyo emocional y espacios de respiro para personas que cuidan, apoyo para proyectos comunitarios de cuidado que faciliten la organización colectiva, así como asesoramiento legal y laboral para trabajadoras del hogar y de los cuidados. Así pues, cada Vila Veïna tendrá una cartera de servicios compartida entre todos los territorios, pero también tendrá elementos propios según sus singularidades, porque la voluntad es igualmente favorecer la autoorganización ciudadana. No sólo eso, el objetivo es que cada una de estas oficinas, con la participación vecinal, elaboren también planes de mejora del espacio público más cercano para incorporar la visión feminista y de los cuidados en sentido amplio. Es decir, diseñar la Barcelona del futuro también a nivel físico para hacer una ciudad más amable y preparada para cuidar y recibir cuidados en el entorno más cercano a casa. Esto supone, en la práctica, la implantación de una Superilla en cada uno de los barrios. VilaVeïna se inspira en proyectos pioneros que se han puesto en marcha durante los últimos años en la ciudad, como por ejemplo el Banc del Moviment, el centro Barcelona Cuida, el proyecto Concilia de canguro municipal, el despliegue de las superillas del Servicio de Atención Domiciliaria (SAD) o bien la Estrategia contra la Soledad no deseada, pero irá más allá para acabar de aterrizarlos en un espacio de máxima proximidad. De hecho, los aprendizajes previos han sido básicos para acabar de definir un proyecto que, con el tiempo, aspira a revertir las actuales desigualdades existentes en cuanto a la provisión del cuidado, así como promover una mayor corresponsabilidad, dignificar la tarea de las personas cuidadoras, favorecer el surgimiento de espacios de trabajo compartido entre profesionales, servicios, entidades y ciudadanía, o bien impulsar una mayor sensibilización en torno al reconocimiento y centralidad social de esta tarea. Las primeras 16 VilaVeïnes, que estarán desplegadas durante este mandato, se han definido en base a un índice compuesto de vulnerabilidad social que ha tenido en cuenta el volumen de personas de 75 años o más que viven solas, la población de 0 a 2 años que no está matriculada en ninguna guardería o bien que la renta media por persona y población sea inferior a los 7.500 euros anuales, todo ello con la corrección que supone incorporar de entrada una parte de las superillas del SAD que ya funcionan actualmente o bien facilitar una distribución territorial más equitativa.